No importó que fuese su tercer torneo en el año, ni que él mismo haya dicho que estaba nuevamente con problemas físicos. Rafael Nadal arrasó en su debut en el Masters 1000 de Madrid, venciendo por 6-1 y 6-0 a Darwin Blanch, estadounidense de 16 años y que llegó a la capital española gracias a una invitación del torneo.
Fueron precisamente las diferencias de experiencia, las que marcaron una pauta en el comienzo del juego. Nadal, sin su potencia de antaño, entendió que para vencer a una de las figuras más prometedoras del circuito junior tendría que hacer jugar a su rival. Disputó los puntos con inteligencia y obligó al norteamericano a tener que estirar cada punto. Eso, inevitablemente demostró que el nacido en Boca Ratón aún no tiene la consistencia que se necesita para pelear en los torneos más importantes del circuito ATP.
El marcador fue evidente. El 22 veces campeón de Grand Slams cerró el encuentro en apenas una hora y cuatro minutos, un detalle que de seguro traerá alivio para Rafa, quien había avisado que su cuerpo no estaba bien en Madrid. “Quizás no saldría a jugar mañana (hoy), pero es Madrid y eso me lleva a salir a jugar por motivos personales”, se había animado a decir en la conferencia de prensa previa.
Sensaciones amargas, que de alguna forma se amortiguaran tras esta contundente victoria. Sí, enfrentó a un jugador que está totalmente fuera de las ligas de un Masters 1000, pero también es verdad que el español tampoco es el mismo jugador que peleaba cada torneo que jugaba. En estos momentos, los últimos de su carrera posiblemente, todo se trata de ir sumando para el español, quien aún tiene un camino largo que recorrer para ser un candidato en Madrid.
Eso sí, el escenario que enfrentará este sábado será totalmente distinto. Al igual que en Barcelona, en segunda ronda deberá enfrentar al australiano Alex de Miñaur, número once del mundo. Será esa la gran prueba del español para ver si está al nivel que busca de cara a Roland Garros. Uno que de no encontrar, lo llevará a bajarse del torneo que ganó en 14 ocasiones. Eso, él mismo lo aclaró: “No voy a jugar París tal y como estoy hoy, esa es la realidad”, dijo previo a su debut.