El pie izquierdo vuelve a complicar a Rafael Nadal. El tenista español se despidió del ATP Masters 1000 de Roma luego de caer ante el canadiense Denis Shapovalov, por 1-6, 7-5 y 6-2, mostrándose otra vez afectado por la lesión que lo ha acompañado durante gran parte de su carrera. La Fiera no solo sufre con el resultado, sino que también con el complicado momento que atraviesa debido a su problema físico. Así lo reflejó tras la eliminación del torneo que se está disputando en suelo italiano.

“No estoy lesionado, soy un tenista que convive con una lesión. No es nada nuevo, pero lamentablemente, mi día a día es difícil. Me estoy esforzando mucho, pero hay momentos en los que es complicado aceptar esta situación, es frustrante ver que durante días no puedo entrenar con continuidad”, comenzó diciendo.

Nadal evitó restarle méritos a su rival, aunque expresó que el dolor que sintió durante el partido impidió exhibir su mejor desempeño: “Hoy empecé a sentir un gran dolor a mediados del segundo set y era absolutamente imposible jugar para mí. No quiero quitarle mérito a Denis, se ha merecido ganar y ha hecho méritos para ello”.

Rafa detalló su molestia. “Es un dolor permanente, a veces más y a veces menos, pero lo de hoy fue una locura. Me encantaría poder decir otra cosa, hablar de tenis, pero esto es lo que hay. Por mucha experiencia que tenga, es difícil gestionar lo que siento ahora. Cuando no soy capaz de moverme bien todo es muy difícil”, expresó.

Y reveló que aún no decide qué hacer en los próximos días, pese a que su deseo es decir presente en Roland Garros. “Lo peor es que siento que vuelvo a tener buen nivel de juego, he sentido cosas muy positivas en el entrenamiento y la competición. No sé qué hacer ahora mismo, no sé si descansar o entrenar. Ir a Roland Garros sigue siendo mi objetivo”, dijo.

La determinación de asistir o no al Grand Slam aún está en reflexión para un Nadal que se notó muy afectado emocionalmente por la lesión que lo complica desde los 18 años y que recientemente lo tuvo varios meses inactivo. “Lo primero que necesito es no tener dolor, para poder entrenar. Ahora mismo me es imposible jugar, pero quizá en unos días las cosas estén mejor. En París voy a tener a mi médico junto a mí y eso puede ayudarme, pero no sé. Estoy muy triste hoy, pero no me queda otra que aceptar lo ocurrido y luchar para seguir adelante, aunque no sea nada fácil par mí en estos momentos. No sé cómo estaré en unos días, voy a hablar con mi médico, pero espero poder ir a París”, concluyó.

A sus 35 años, Nadal ve complicado su futuro en la disciplina. La molestia en el pie izquierdo no le está permitiendo entregarse por completo, dándole un fuerte golpe en la parte mental. Su futuro es incierto.

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