En las decenas de hojas que se llenaron con análisis y proyecciones de la temporada 2017-18 de la NBA, Orlando Magic no aparecía en ninguna, salvo como el registro de un equipo en formación, condenado de antemano a pelear puestos secundarios. A la luz de lo que se ha visto en las primeras dos semanas de la liga, ése fue un gran error.
El conjunto de Florida no cuenta con ninguna estrella rutilante, pero se levanta por encima de todos en la Conferencia Este. Su marca era de cuatro triunfos y una derrota, pero anoche perdió el sexto partido de la campaña, ante Charlotte por 120-113. Independientemente de ese resultado, lo que viene haciendo Orlando hasta la fecha es sorprendente.
En los últimos días, de hecho, el cuadro dirigido por Frank Vogel obtuvo dos triunfos notables, frente a dos de los elencos más importantes de la competencia: primero dio cuenta de los Cavaliers de LeBron James, por un contundente 114-93, y luego barrió con San Antonio Spurs (que venía invicto) por 114-87. Y eso que su base estelar, Elfrid Payton, se lesión en el segundo partido de la temporada y todavía no tiene fecha para su retorno.
El Magic se refundó de la mano de su entrenador. Vogel se hizo un nombre en la NBA dirigiendo a Indiana Pacers por cinco años, hasta 2016. Un tipo reconocido por sus ideas firmes y una rigidez por el trabajo que ni siquiera respeta las fiestas de fin de año. "La decisión que cambió mi vida en el básquetbol fue en 1993, cuando mi entrenador de la universidad nos dio tres semanas libres por la navidad. Luego vi en TV que Rick Pitino (histórico técnico de la Universidad de Kentucky) trabajaba en doble jornada en ese mismo período. Ese día decidí que para mí el básquetbol y la victoria significan esfuerzo extra y sin hora de término", sentencia Vogel, quien justamente salió de Indiana por desgastante sistema de trabajo.
Con esta filosofía, hoy Orlando está en el podio de las estadísticas más importantes de la NBA. Es segundo en promedio de puntos por partido (118) y primero en porcentaje de lanzamientos convertidos (43%). Es también tercero en asistencias por juego (24,4), lo que habla de una ofensiva donde el movimiento de la pelota vale más que una acción individual.
Vogel le ha sacado rendimiento a jugadores de poco brillo en la liga, como el escolta francés Evan Fournier, quien se ha destapado con 22,2 puntos por partido. Llegaron al equipo tres jugadores con experiencia (Spieghts, Simmons y Mack), mientras que el ala-pivote Aaron Gordon, uno de los nombres de mayor proyección, al fin destaca dentro de lo que se espera de él, con 23,7 puntos y casi 10 rebotes como promedio.
Está claro que todavía es muy temprano para decir que los Magic tienen cartel de favoritos. Lo más lógico sería que las cosas se pusieran en orden a medida que las franquicias más fuertes carburen. Pero está claro también que Vogel y sus pupilos no están esta temporada para ser una simple comparsa.