“Llego en un momento muy bueno de mi carrera, vengo maduro, con ambición y una mentalidad que es ganar todo con este club. Mi paso anterior siento que fue tan rápido que no lo pude disfrutar al ciento por ciento. Quiero demostrar que soy un jugador que siente la camiseta y que tiene cariño por esta institución”. Con estas palabras, Martín Rodríguez se presentaba en marzo como refuerzo de Colo Colo. Sin embargo, esas palabras quedaron en nada apenas cuatro meses después, y hoy el delantero aceptó la oferta del recién ascendido Altay Spor Kulübü, que pagó los US$ 200 mil que tenía la cláusula de salida.

“El jugador tiene una cláusula de salida, lo que le permite tomar una decisión. Estamos viendo alternativas y la posibilidades y haciendo los esfuerzos para ver si se puede quedar con nosotros”, señalaba ayer Daniel Morón, gerente deportivo albo, quien de todos modos agregó que retenerlo no era algo que dependiera del club. “Aunque hiciéramos el mayor esfuerzo, lamentablemente es una decisión y una voluntad del jugador”, sostuvo.

Si bien la idea la idea de la dirigencia era convencer al jugador de que quedándose podía conseguir objetivos mayores con el club al final de la temporada, lo que le permitiría estar en la vitrina de clubes más poderosos que el recién ascendido conjunto turco, que igualmente le ofrecía un sueldo inalcanzable para el medio chileno.

En su segundo paso por Macul, Rodríguez jugó ocho partidos por el Torneo Nacional, sin anotar, mientras que en Copa Chile estuvo presente en cuatro encuentros y convirtió dos tantos. Justo en el momento en que se había consolidado como pieza fija en el sistema de Gustavo Quinteros, el oriundo de Diego de Almagro decidió partir para tener su primera experiencia en Europa.

Si bien la salida del extremo es una baja sensible, la prioridad alba es buscar un centrodelantero que cubra la salida de Nicolás Blandi.

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