La UEFA Champions League 2017-18 fue territorio de Jurgen Klopp. En cada noche protagonizada por el Liverpool se vio un equipo vertiginoso, que imponía un ritmo demoledor a los partidos y se llevaba por delante a sus rivales. Así fueron cayendo uno a uno, hasta que el Real Madrid los detuvo en la final. Lo sufrió también el Paris Saint Germain de Neymar y Mbappé hace dos semanas, pero poco de eso se vio en la lluviosa noche napolitana de este miércoles, de donde estuvieron cerca de llevarse un punto que habría sido inmerecido.
El cuadro de Klopp se plantó en San Paolo siendo más cauteloso de lo que acostumbra, dándole menos vuelo a sus laterales y fijando mucho a sus mediocampistas. Especial inconveniente fue la lesión a los 18' del primer tiempo del volante guineano Naby Keita, que obligó a ingresar al habitual jefe del mediocampo de Klopp, Jordan Henderson.
La primera mitad fue de ritmo bajo y trabada en la mitad de la cancha. A ambos conjuntos les costó encontrar vías por las que lograr profundizar o generar alguna recuperación que generara cierto riesgo. Los de Carlo Ancelotti se adueñaron de la posesión durante largos pasajes, pero a pesar de la tenencia no logró desbordar al cuadro inglés. La principal vía de peligro fueron los cambios de frente que buscaban la espalda de los laterales visitantes, Alexander-Arnold y Robertson. Así llegó la ocasión más clara, tras una pelota mal despejada por el holandés Van Dijk, que le quedó en los pies al polaco Milik, pero que contuvo sin inconvenientes Allison.
En contra le jugó al actual subcampeón de Europa la poca inspiración que vive actualmente Mohammed Salah, que está lejos del jugador determinante, fino en cada toque y de agresivas diagonales de la campaña pasada.
El segundo tiempo acentuó aún más la tendencia del primer acto. Un Napoli que intentó llevar la iniciativa, con Marek Hamsik más participativo en la zona de generación que en la época de Maurizio Sarri. Los del sur de la península itálica probaron en varias oportunidades al meta brasileño, especialmente desde media distancia, aunque sin éxito.
En los minutos postreros los locales subieron una marcha y gozaron de las mejores ocasiones, hasta que en el minuto 88, Lorenzo Insigne conectó un centro raso de José Callejón, luego de aprovechar un contragolpe que sorprendió mal parada a la zaga inglesa.
Con esto, el Napoli quedó como líder del grupo C con 4 puntos, seguido por Liverpool y el PSG, que suman tres unidades cada uno. Cierra la zona, el Estrella Roja con una sola unidad. En la próxima fecha, los napolitanos visitarán París, mientras que el Liverpool recibirá en Anfield al actual campeón serbio.