Naturalizados de selección: las Eliminatorias se copan de “extranjeros”
El camino a Qatar 2022 muestra parte de la globalización del fútbol y la expansión de las fronteras. Chile, Perú, Paraguay, Ecuador y Venezuela han recurrido a futbolistas ajenos a sus tierras pero con nexo sanguíneo o extranjeros afincados en el respectivo país.
En la victoria de Chile sobre Perú, varios fueron los debutantes en Eliminatorias que tuvo la Roja. Uno de ellos, aunque intervino poco en el juego, tuvo una jornada para atesorar y contársela a los nietos. Es Niklas Castro, el noruego-chileno convocado por Reinaldo Rueda, quien jugó por primera vez con la camiseta nacional el pasado viernes. “Es increíble venir de Manglerud (ciudad al interior de Oslo) y debutar con la selección chilena. No se lo imaginaban muchos, tampoco yo, aunque siempre había soñado con eso”, manifestó el delantero del Aalesund tras el encuentro.
Castro, nacido en Oslo, de padre chileno y madre noruega, es el vivo ejemplo de cómo la globalización ha permitido que los seleccionados nacionales amplíen su abanico de alternativas y miren el mapa buscando a jugadores con raíces locales. Basta que uno de los padres sea del país, o uno de los abuelos, para prender la luz y comenzar el scouting. O lisa y llanamente apelar a los nacionalizados. Si de casos exóticos se trata, está el de Miiko Albornoz, nacido en Estocolmo, de padre chileno y madre finlandesa. Jorge Sampaoli recurrió al lateral escandinavo y se convirtió en un recurrente en la Selección, hasta ser campeón de América. El propio Rueda nominó a Gabriel Arias, argentino de ascendencia chilena por sus abuelos maternos. Pablo Hernández también fue convocado por Chile por su abuela.
Las Eliminatorias de la Conmebol para el Mundial de Qatar 2022 tienen bastante de eso. Además de Niklas Castro, otra sorpresa en las nóminas del entrenador colombiano es Omar Carabalí, quien nació en Guayaquil pero obtuvo la carta de nacionalidad chilena al superar los cinco años de residencia en el país.
No solo en Chile pasa esto. El último rival de la Roja se remeció con un futbolista proveniente de Europa. Gianluca Lapadula, de padre italiano y madre peruana, nació en Turín hace 30 años. Por su herencia familiar, podía jugar por la Azzurra o por la Blanquirroja. Y jugó por ambas. En 2017 jugó una vez por Italia. Después, nada más. Este año comenzó los trámites para obtener el DNI para iniciar su nacionalización y le llegó el llamado de Ricardo Gareca. Su debut absoluto con los incaicos fue en el Estadio Nacional. El Tigre también recurrió a Jean Pierre Rhyner, defensa nacido en Suiza, de madre peruana. Para el duelo con Argentina, convocó de urgencia a Horacio Calcaterra, ex pupilo de Mario Salas en Sporting Cristal, argentino nacionalizado.
Para sus nóminas en la selección paraguaya, Eduardo Berizzo ha recurrido a compatriotas. Un partido especial fue la visita a Argentina, en La Bombonera, para Gastón Giménez. Este volante de 29 años nació en Formosa y fue llamado a la Albiceleste en 2018, precisamente por Lionel Scaloni. Jugó unos minutos. El ex Vélez, hoy en la MLS, se le abrió la chance de nacionalizarse paraguayo, el país de origen de sus padres. Realizó el trámite y el Toto lo convocó para la Albirroja. No es el único.
Andrés Cubas, mediocampista de 24 años, nacido en Misiones, tuvo presencias en selecciones juveniles transandinas, pero tenía la opción de jugar por Paraguay porque su papá es de esa nacionalidad. Berizzo lo hizo jugar. También está el caso de Alejandro Romero Gamarra, otro nacido en Argentina pero de padres paraguayos.
Ecuador ha tenido problemas para encontrar variantes en el arco. Para el inicio de las Eliminatorias, el técnico Gustavo Alfaro convocó, como alternativa a Alexander Domínguez, a Hernán Galindez, luego de que Johan Padilla quedara fuera por coronavirus. Galindez es rosarino, de 33 años, que ataja en la Universidad Católica de Quito desde 2012. En 2019, recibió su carta de nacionalización firmada por el Presidente Lenin Moreno. Hace varios años ya había jugado un arquero de origen argentino con la camiseta ecuatoriana: Marcelo Elizaga.
Hay más. En Venezuela está Rolf Feltscher, de 30 años, quien nació en Suiza. Su padre es helvético y su madre es venezolana. Cuando sus papás se separaron, él se marcha con su mamá a Caracas junto a su hermano Frank, también futbolista. Participó de selecciones juveniles suizas, pero se decidió jugar como adulto en la Vinotinto.
Esto no es un fenómeno reciente. Ya ha pasado (es cosa de recordar a Smedberg-Dalence, un sueco jugando por Bolivia) y seguirá, no obstante en estas Eliminatorias se nota. Y no un poco, bastante.
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