Golden State Warriors logró despertar a tiempo y consiguió una victoria importantísima en las semifinales del Oeste. En una noche donde fueron muy erráticos en cuanto a perdidas y triples, el equipo de Stephen Curry logró darle vuelta el encuentro a Memphis en el último cuarto, para quedar 3-1 y prácticamente definir la serie. 101 a 98 el encuentro para los guerreros.
Y en este cuarto duelo lo que más destacaba eran dos ausencias importantes, una para cada equipo. Mientras que los Grizzlies no contaban con su gran estrella, Ja Morant, luego de que el base sufriera una lesión en su rodilla tras un choque con Jordan Poole en el tercer partido, los de la Bahía no tenían en el banquillo a su entrenador, Steve Kerr. El técnico, tres veces campeón con Golden State, había dado positivo por Covid horas antes del encuentro.
Quizás fue ese uno de los factores que hicieron que ambos equipos comenzaran oxidados este duelo. Sin poder estirar ventajas, ambas escuadras sufrieron la falta de ritmo y presentaron porcentajes muy bajos en ese arranque. El más complicado, por lejos los Warriores quienes sumaron perdidas hasta aburrirse y no pudieron encontrar el aro desde los triples.
Esa poca eficacia en los tiros de tres fue un verdadero dolor de cabeza para Curry y compañía. 0-15 en triples cuando el reloj marcaba que quedaban 3 minutos y 44 segundos para irse al descanso. Una cifra impactante para un equipo que tenía a Stephen Curry y Klay Thompson en la cancha.
De hecho el primer triple del día para los Warriors llegó via Otto Porter, la gran sorpresa de los San Francisco. El ex Chicago asumió la responsabilidad cuando las cosas iban mal y logró un 4/6 en triples cuando el tercer cuarto entraba en su tramo final. Números muy superiores al resto del equipo que marcaba un olvidable en 3/26 en sus registros en aquellos momentos.
Por el lado de Memphis en cambio, las mejores sensaciones venían de dos de sus hombres claves, Steve Adams y Kyle Anderson. Con la ausencia de Morant, el hombre grande de los Grizzlies tomó un rol importante en ataque, siendo el jugador más importante de su equipo en la primera mitad.
Pero pese a esos números y al buen rendimiento del equipo rival, los Golden State Warriors siempre estuvieron a tiro de tomar la ventaja del duelo. Y es que pese a estar abajo en el marcador durante todo el partido, los favoritos del Oeste lograron dar la pelea. Y cuando el reloj decía que quedaban 2 minutos y 48 segundos de encuentro, lograron empatar por primera vez el marcador.
Aquello provocó unos últimos minutos de mucha emoción en el Chase Center, en donde ambas escuadras se daban golpes continuos y en donde el drama caía a montones. Los errores desde los tiros libres de Memphis subieron la temperatura. El hecho de que cuando quedaban 40 segundos, Curry (cerró con 32 puntos) puso en ventaja por primera vez en el encuentro a los Warriors, desató la locura total.
Ya con el resultado a su favor, Golden State sacó definitivamente de quicio a Memphis, evidenciando quienes son los experimentados y quienes son los novatos en esta serie. Una que tras este partido queda prácticamente definida. Los Warriors van 3-1 y con hambre de cerrar las semifinales cuando visiten a los Grizzlies este miércoles a las 21:30 de Chile.