Han pasado más de 26 años, pero el recuerdo sigue ahí. En rigor, es un trauma para buena parte de los hinchas chilenos. Los que vivieron la experiencia, aún no superan el disparo de Ivica Vastic en el último minuto del partido entre Chile y Austria, por el Mundial de Francia, que impidió que la Roja que dirigía Nelson Acosta lograra su primera victoria mundialista en 36 años. La última, hasta ese momento, se había producido en la definición del tercer puesto en el Mundial que se organizó en el país en 1962.

Ese 17 de junio de 1998 quedó grabado en la memoria de los fanáticos. Sobre todo de los que ya se disponían a iniciar las caravanas por las calles de sus respectivas ciudades, como festejo por un logro que se inscribiría en la historia del fútbol chileno. La sensación cambió de un momento a otro. Mutó hacia el silencio total y la tristeza absoluta.

Nelson Tapia se deshace de su estigma

Ese día, Nelson Tapia vestía una camiseta en la que predominaba el color verde, un abierto desafío a las leyes no escritas en el fútbol, donde se concibe ese color como un de los que un portero no puede utilizar por nada del mundo. La tradición lo sitúa como sinónimo de mala suerte. De hecho, después del bombazo de Vastic y su aterrizaje directo en las redes, muchos culparon al uso de la prenda como responsable de la tragedia deportiva que se vivió en esa jornada otoñal.

El inolvidable disparo de Vastic.

Ustedes ya saben la historia de esta camiseta. Tuve compañeros y un técnico uruguayo a quienes no les gusta el color verde. Me transmitieron esa idea y casi siempre que jugué con una camiseta verde no me fue”, sostiene el exportero de la Roja en un video registrado por The Dream Auctions, la firma encargada de coordinar la subasta de las prendas que Tapia fue recolectando en su destacada trayectoria que, además de la Roja, consideró a O’Higgins, Universidad Católica, Cobreloa, en Chile, y a Vélez Sarsfield, en Argentina y el Santos, en Brasil.

El propio Tapia recuerda la historia de la polera. “Esta, yo la transpiré. El utilero no tenía que llevar camisetas verdes, pero llevaron 12. Me tocó jugar ese día con Austria. Todos ustedes saben lo que sucedió”, añade, antes de exhibir la pieza con orgullo y una sonrisa, mostrando ambas caras de una indumentaria que, irremediablemente, forma parte de la bitácora mundialista del fútbol chileno.

Parte la subasta

El proceso de la subasta partió este lunes. El plazo para realizar las respectivas posturas iniciales se prolongará hasta el viernes 4 de octubre, cuando se realizará un remate en vivo en el que se adjudicarán las piezas.

En total, serán 180 las prendas que forman parte de la colección personal del emblemático portero de la Selección las que estarán a disposición de los aficionados y coleccionistas para su respectiva adquisición.

Este año, el exguardameta volvió a Chile después de un paso como técnico por el fútbol ecuatoriano. Dirigió como interino a Audax Italiano.

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