Nelson Tapia pide una nueva oportunidad para continuar su carrera como técnico. El emblemático arquero de la Selección, Universidad Católica y O’Higgins salió en septiembre del Libertad de Loja, al que en la temporada anterior había conseguido ascender a la segunda categoría del fútbol ecuatoriano. En septiembre dejó la institución. Ya había conseguido el mismo logro el año anterior, cuando llevó al Guayaquil Sport a la Serie B. Esa vez había corrido la misma suerte en la temporada siguiente.
Sin embargo, el exguardameta no se da por vencido. A través de su cuenta en Twitter, envía un contundente mensaje pidiendo una nueva oportunidad. Aunque ocupa emoticones para manifestar su postura, la traducción resulta obvia: “Si quieres ser campeón, llámame”. Hay más señales: una bandera chilena, que denota que el mensaje está dirigido a los clubes nacionales, y un teléfono, que da cuenta, precisamente, de que espera el contacto por esa vía.
La parte final del mensaje ni siquiera requiere interpretaciones. “Estoy en Quito”, apunta, a modo de geolocalización.
Polémico tuitero
No es primera vez que Tapia aparece por Twitter con un mensaje controvertido. Hace dos años, de hecho, planteó un curioso ‘challenge’. Bajo el título “Periodistas malos que no juegan ni con tierra”, una encuesta de alternativas abiertas, revitalizó la antigua disputa relacionada con la eventual incompetencia de los profesionales que no han pisado un campo de juego para criticar rendimientos futbolísticos. Naturalmente, encontró respuestas entre los aficionados.
En esa oportunidad, de hecho, se involucró Claudio Bravo, aunque agregando otra categoría: “Futbolistas malos que con micrófono en malo se creen Pelé”.
En el peculiar sondeo también se involucró Marco Antonio Figueroa. “Mi querido Nelson, te faltaron números”, apuntó el Fantasma.
Una carrera en construcción
Después de colgar los zapatos y los guantes, Tapia entró decididamente en la tarea de seguir vinculado al fútbol. Primero fue entrenador de equipos escolares y universitarios y luego se desempeñó como gerente técnico de Unión Temuco, el club fundado por Marcelo Salas que terminó fusionándose con Deportes Temuco y adoptando la denominación del equipo más tradicional de la capital de la región de La Araucanía. El mismo rol cumplió en Deportes Colchagua.
En Ecuador, el Barcelona de Guayaquil lo recibió como preparador de arqueros, aunque incluso pudo dirigir interinamente al primer equipo del Ídolo, en el último partido de la temporada 2019.
Al año siguiente, inició su carrera como entrenador en solitario. La misma que ahora busca reimpulsar.