Neven Ilic (56) luce más cansado que en otros tiempos. El año y medio en el nuevo cargo, su elección como presidente de la Organización Deportiva Panamericana(ODEPA), que rebautizó como Panam Sports, parecen tenerle cansado. Sin embargo, sonríe. Acaba de llegar de Lima, donde supervisó una vez más los avances para los Juegos Panamericanos que acogerá el próximo año. El ajetreo de moverse entre Santiago, Ciudad de México, Miami y el resto del mundo son parte del rigor de su cargo, donde solo ha debido mirar de reojo, dice, las luces y sombras que ha tenido el deporte nacional durante el convulso 2018.
¿Cómo es controlar a potencias como EE.UU., Canadá o Brasil?
No estoy en la línea de dar órdenes, sí en la de sentarme con ellos y ver cómo nos ayudamos. En esta organización uno a veces puede servir de puente, porque hay países muy poderosos que pueden ayudar a otros que necesitan ayuda. A veces, hay barreras que complican esas conexiones. Hay cuatro o cinco países poderosos que ocupo para que me ayuden con los más pequeños, pero tampoco es que me siente con Estados Unidos a decirle qué debe hacer. Más bien pido que me enseñen lo que han hecho bien para poder replicarlo en otros lados.
¿Cuba sigue siendo parte de esos países poderosos?
Cuba es un país al que hoy en día le cuesta mucho económicamente, pese a que su cultura deportiva es muy fuerte. Todo el tema del bloqueo económico, sus problemas con las visas para asistir a competencias, le hacen muy complicado seguir desarrollándose.
¿Sigue utilizando su estilo poco burocrático, recibiendo a deportistas y dirigentes en su oficina para ver cómo ayudarles?
No, ya no es tan así, es más difícil eso ahora, porque debo relacionarme con los comités olímpicos de cada país. Si bien la pregunta lógica es que por qué en Chile me relacionaba con los deportistas directamente y no a través de las federaciones. La razón es que se daba un poco más fácil el salto porque estábamos todos en el mismo lugar. Aquí, mi visión es ayudar a los comités olímpicos para que sean capaces de apoyar a sus deportistas.
¿Qué es más difícil: dirigir en Chile o a nivel Panamericano?
En Chile, porque empecé de abajo, no había nada. Recibí una institución bien ordenada, con muchos recursos depositados en una cuenta corriente, pero sin ideas ni programas para ayudar a los deportistas; más bien era una institución que repartía dinero sin una idea de atrás. Me costó mucho recuperar la credibilidad a nivel nacional e internacional. Fue mucho tiempo invertido.
¿Qué tan mal estaba la imagen del COCh en ese tiempo?
Muy mal. Nadie quería recibirnos en ningún lugar, incluso a nivel internacional, porque nadie consideraba a Chile para nada. Fue muy lenta nuestra recuperación de credibilidad. Nos costó, por lo menos, ocho años.
¿Cómo fue ese proceso?
Fui 12 años presidente. Los primeros cuatro años éramos un fantasma; los segundos cuatro fue de inserción al olimpismo regional y mundial; y ya los últimos cuatro fue la respuesta a todo ese trabajo. Al final, termino como presidente de Panam Sports y miembro del Comité Olímpico Internacional. O sea, el trabajo se hizo.
¿Cómo evalúa el trabajo que ha hecho su sucesor en Chile, Miguel Ángel Mujica?
El Comité Olímpico de Chile quedó en manos de un tremendo equipo, todos los que están allí estuvieron conmigo durante 12 años. Sin ese equipo, mi trabajo no lo hubiese podido hacer. Allí, Miguel Ángel fue fundamental, al igual que Rodrigo Moreno y Jaime Agliati. Ese equipo está haciendo bien las cosas, continuando el trabajo que hicimos entre todos, se está viendo. En Cochabamba, a Chile le fue muy bien; ahora, veo que para Buenos Aires 2018 clasificamos a más de 45 deportistas, lo que es un récord; también espero que en Lima 2019 nos vaya fantástico. A todos nos gustaría que Chile avanzara más rápido, pero este proceso es lento.
¿Considera que la participación en Cochabamba significó un despegue?
Diría que sí. Lo que pasó allí es un reflejo de un trabajo que está dando resultados. Creo que nos acercamos mucho a dos potencias que en algún momento que antes mirábamos de lejos, como Venezuela y Argentina.
¿Se pueden superar?
Aún a Chile le falta mucho en términos de apostar por las nuevas generaciones. Nosotros, como Panam Sports, acabamos de lanzar unos juegos Panamericanos Junior para 2021, donde queremos que todas estas generaciones que estarán en Buenos Aires 2018 no se olviden y sigan trabajando. Tendrán sus Juegos y además, los que obtengan oros, clasificarán a Santiago 2023. Lo que pasa en todos los países de la región es que cuando un niño cumple 18 años queda en medio de la nada, porque ya no es menor, pero tampoco es miembro de la selección adulta. Los países no tienen los dineros para seguir sustentando a los chicos y se necesita un motivo para hacerlo, y ese motivo lo daremos con estos Juegos. Creo que Chile está muy bien, pero debiera apostar más fuerte en esta generación de entre 18 y 22 años.
Ellos serán los que representen a Chile en sus Panamericanos.
Estarán en 2023, saltarán a Los Angeles 2024 y seguirán a París 2028. Si no cuidamos esa generación, habrá un vacío.
¿Ya tienen sede?
En la última asamblea se aprobó que el Comité Ejecutivo pudiera decidir. Tenemos candidaturas de Colombia, de México y Estados Unidos. No queremos experimentar, así que vamos a elegir a la que nos dé mayores garantías, mayor seguridad y mayor financiamiento. Eso será de aquí a marzo.
¿Chile descartado?
Chile tiene que preocuparse de sus Panamericanos.
Podría ser un buen apronte para Santiago 2023.
Vamos a abrir las candidaturas. Si Chile quiere postular, que lo haga, pero no creo que ocurra.
Hablemos de dopaje. ¿Cuál es la visión de Panam Sports ante la readmisión del laboratorio de Moscú y de Rusia como parte de la Agencia Mundial (AMA)?
Mi primera visión es que si el COI y la AMA llegaron a una conclusión fue porque se hizo una investigación seria y responsable. Si concluyeron que se debía readmitir a un país castigado duramente sin ser admitidos como país en los JJOO de Invierno, es porque vieron que había un cambio. Esta nueva oportunidad que se le da al deporte ruso vale la pena explorarla. Tengo claro que van a estar todos los ojos, tanto del COI como de la AMA arriba de este proceso. Me parece bien la decisión, espero la usen de buena manera.
La IAAF no los reintegra.
Son procesos distintos. El COI tiene que ver con Juegos Olímpicos, mientras que las federaciones se encargan de sus eventos. Cada una debe ver cómo admite y readmite a sus federaciones. Claramente, una recomendación tomada por el COI en conjunto con la AMA debiera dar una seguridad de que algo se está haciendo de mejor manera.
¿Entonces la visión de América es positiva ante la reincorporación de Rusia?
Mi visión es que el dopaje es un tema que está álgido en el mundo. En muchos de nuestros países, el dopaje tiene que ver con la ignorancia, también con que antes de educar estamos persiguiendo. Siempre hay gente que es más viva, que se cree inteligente y que incluso le mete tecnología al dopaje, porque hay toda una industria en torno al tema. En los países de mi región, hay poca preocupación de las instituciones de educar claramente a los deportistas sobre qué es lo que se puede hacer y qué no en el dopaje. Todos entendemos que una persona que está entrenando todo el día, a una alta exigencia, no se recupere como tú o como yo. Por eso existe una gama tremenda de cosas que sí se pueden hacer. Pero después de esas cosas, existen otras que no. En muchos de nuestros países no hay un soporte real de recomendación de esa gama de cosas que se puede hacer, que son los suplementos. Entonces, al final, ignorantemente, los deportistas se toman lo que les recomendaron o les dijeron que servía. Creo que las fórmulas que las grandes instituciones han utilizado para educar no son las adecuadas ni han llegado al fondo del problema.
¿Basta con educar para acabar con el problema?
Siempre habrá gente que busque hacer las cosas de forma incorrecta, pero se puede tratar de aminorar, eso sí. Sobre todo aconsejando el qué me puedo tomar, que es amplio, a través de un consejo médico responsable.
¿Qué lectura se puede hacer cuando deportistas destacados de Chile comienzan a dar muestras de apoyo a Natalia Duco tras su positivo?
Cuando escriben esos mensajes lo hacen a la parte humana, a la persona que está sufriendo, no apoyando ni avalando nada.
Pero tampoco hay una crítica ante eso.
Eso se dice personalmente, no como algo público. Son temas delicados de opinar públicamente.
¿Es mejor callar?
No. No opinar si no se conoce de cerca el tema.
Usted lo conoce de cerca, ella era su regalona.
No me quiero meter en el tema.
¿Cómo se entera?
No me quiero meter en el tema.
¿Por qué no?
Porque no. Creo que no suma mucho mi comentario.
¿Es una señal que desde 2015 en adelante, cuando se crea la Comisión Nacional de Control de Dopaje (CNCD), se disparasen los positivos en el deporte nacional?
Creo que desde esa fecha en adelante se hizo más serio. No sé cómo era antes, pero a partir de ese año el dopaje se hizo una cosa más perseguida y publicitada a nivel mundial. Creo que el dopaje ha existido siempre. Ahora ha escalado más, sobre todo con el tema de Rusia, que, pese a que no está definido si fue el Estado quien participó allí, sí que es un tema heavy. Las redes sociales también, hacen todo más público.
¿Hay temor de que algo como Rusia ocurra en la región?
Creo que es al revés. Todos estos escándalos han hecho que los deportistas tomen mucha mayor consciencia para evitar sacar partido. Hoy los castigos y el desprestigio son mucho más grandes.
¿Cómo se viene Lima 2019?
Cuando decidí postularme a la presidencia de Panam Sports, uno de los grandes temores que tenía eran los Juegos de Lima. Mi primera misión fue ir allá a ver si todo lo que había escuchado estaba pasando. Y la realidad es que no había nada, solo una idea, un equipo de trabajo, el apoyo del gobierno y un convenio con los británicos; la verdad es que era preocupante. No había ni siquiera un plano de construcción de la Villa Olímpica. Ellos estaban convencidos de que podían lograrlo, así que nos pusimos a trabajar. Soy constructor civil, así que gato por liebre no me iban a pasar.
¿Y está resultando?
Han cumplido de forma espectacular. Desde que nos sentamos esa vez, las cosas han salido incluso más rápidas de como se habían acordado. La Villa increíblemente estará lista en 15 meses, se maravillarán con los estadios. Si seguimos en la línea que vamos, Lima va a resultar de primer nivel.
¿Y cuál será el nivel de los deportistas que asistan?
Allí estará el próximo Usain Bolt. Nuestro empeño fue hacer estos Juegos como clasificatorios a los Juegos Olímpicos. Tienes el tenis, el atletismo, la natación y otros 20 deportes que tendrán sus clasificatorios a Tokio.
¿Cuesta convencer a las potencias de que lleven a los mejores?
No. Lo que nosotros debemos calcular bien son las fechas, porque no se hizo un claro estudio de cómo compatibilizar estos Juegos con otras grandes competencias. Tuvimos que mover la natación, por ejemplo, para que no topara con el Mundial, así que se trasladó a la segunda semana. Van a llegar del Mundial a competir a Lima.
¿Cómo le irá a Chile en Lima?
Espero que muy bien. Los resultados en los megaeventos para un país hacen más fácil el desarrollo de los nuevos proyectos para el deporte chileno, porque todos se entusiasman más.
¿Cuál es su Top 5 de deportes nacionales?
En términos de deportes, primero veo al remo. Ha hecho un trabajo fantástico, muy metódico y reconocido a nivel internacional. Creo que las mellizas y todo el grupo trabajan de forma muy seria. Luego vienen las pesas, que tienen a Arley y María Fernanda, dos potenciales extraordinarios. El canotaje también me ha sorprendido, anda muy bien. Después viene el triatlón, que lo veo bien. El hockey damas también me llama la atención, que está haciendo un trabajo muy serio.
¿Y el atletismo? ¿Claudio Romero no le ilusiona?
Es que el atletismo es tan complicado...
¿Algún otro?
En el tenis, Nico ya se metió en el circuito mundial.