Alisson: sólido en lo suyo. En las pocas que se le exigió, respondió de gran forma. Aportó con su liderazgo.
Danilo: sufrió a rato por las bandas, pero nunca perdió el foco. Se paró bien para frenar los intentos chilenos e hizo, en términos generales, un correcto partido del lateral.
Marquinhos: una muralla en la zaga brasileña. Siempre atento y bien parado en los ataques nacionales.
T. Silva: un guía en el fondo. Empujó a su escuadra, con un alto desempeño, como suele ser. Tuvo, incluso, un cabezazo que pudo terminar en gol.
G. Arana: sufrió por su banda, pero se afirmó. Defendió e hizo daño, probando incluso de distancia a Bravo. Luego salió lesionado.
Fred: un patrón. Controló cada pelota que pasó por la Verdeamarela, siendo un apoyo constante para sus compañeros. De los puntos altos.
L. Paquetá: el más bajo. Pese a sus esfuerzos, no logró gravitar. Tuvo un gol, pero Baeza se lo sacó de la línea. Luego se fue reemplazado.
Casemiro: le da un porcentaje de seguridad importante a los suyos. Como suele hacer, se adueñó del mediocampo, mostrando toda su categoría tanto en las recuperaciones como en las salidas. Uno que siempre cumple.
Antony: de lo más peligroso de su equipo. Exigió de entrada a Bravo con un remate y se fabricó el penal que significó el 3-0 que anotó Coutinho. Figura.
Neymar: el autor de la jugada que cambió el rumbo. Desequilibró y recibió la falta de Isla que le dio a Brasil la chance de abrir el marcador con un penal que él mismo ejecutó.
V. Júnior: no defraudó. Pese a no ser de lo más destacado en la ofensiva del equipo de Tite, desmoronó por completo las ilusiones chilenas, marcando el 2-0.
Richarlison: ingresó en el complemento para finalizar la goleada.