Ni Eduardo Vargas se salvó del enojo de Alexis Sánchez: el furioso partido del Niño Maravilla ante Perú en la Copa América

Este viernes no solo era el debut de la selección chilena, sino que también el primer partido oficial en la era Gareca. Por eso y por los tres duelos amistosos que jugaron bajo el mando del argentino, la ilusión era total. Pero lo cierto es que en Texas las sensaciones estuvieron muy lejos de una celebración. No hubo festejos, sino que enojo y descontrol.

El gran ejemplo de aquello fue Alexis Sánchez, que en un partido tosco, donde nunca encontró los espacios ni las opciones, mostró toda su rabia sobre el césped del AT&T Stadium. Peleó con rivales, compañeros y los jueces, dejando la cancha con amarilla y la amargura de que el margen de cara en los próximos dos partidos será mínimo.

Todo comenzó con la perdida de un gol increíble. Iban 15 minutos del primer tiempo cuando Gabriel Suazo comenzó un gran ataque para la Roja. Profundizó con Víctor Dávila, quien rápidamente le entregó un centro al que este año fue delantero del Inter de Milán. Sánchez la recibió en prácticamente en el área chica, pero desvío por arriba del arco.

Fue la jugada más clara de la primera parte para el combinado nacional, quien después de eso perdió dinamismo y profundidad. El cierto que el nortino intentó en muchas oportunidades liderar las acciones, pero este viernes el juego ofensivo estuvo lejos de replicar lo mostrado en los últimos partidos.

Tras esa acción perdida, vino la irritación del goleador histórico de la Roja, quien estuvo lejos de mostrar su habitual sonrisa sobre la cancha. A los 24′ por ejemplo tuvo el primer encontrón con el juez Wilton Sampaio tras una evidente infracción no cobrada en las cercanías del área peruana.

Fue un cara a cara que se repitió durante muchos tramos del encuentro. Molesto por el criterio del juez, los reclamos fueron constantes, al punto de que en el segundo tiempo recibió la amonestación. Fue por pedir una amarilla tras una falta de Paolo Guerrero sobre Claudio Bravo.

Minutos después, quien sufrió el enojo de Sánchez fue un compañero de equipo: Eduardo Vargas. El jugador del Atlético Mineiro decidió darle un pase a Mauricio Isla en lugar de asociarse con Alexis, lo que volvió a desatar su molestia. Lo recriminó fuertemente por la decisión que tomó.

Ya sobre el final del primer tiempo, fue uno de los que más se preocupó por la salud de Igor Lichnovsky, quien tuvo un choque de cabezas con el defensor Carlos Zambrano. A pesar de esto, ambos futbolistas continuaron sin mayores problemas en la cancha.

En la segunda parte, a los 70′, cuando Brereton había reemplazado a Edu Vargas, las recriminaciones de Alexis apuntaron al hombre del Villarreal, en una jugada en la que Ben decidió apurar en lugar de seguir tocando. La mala cara del Niño Maravilla nuevamente se hizo sentir.

Esa tónica no cambió hasta el final del encuentro. Cada vez que algo no resultó para la escuadra de Gareca, Sánchez hizo notar su enojo. No importó el contexto ni el jugador, siempre que la acción no lo convencía, el ex Manchester United levantó la voz.

Enojos y retos que no cambiaron nada. Chile se fue en cero de Dallas y ahora tendrá que jugarse la vida ante Argentina y Canadá. El 10 también tendrá que cambiar su imagen. La rabia eclipsó su juego en el debut.