Pasan los días y tanto Nicolás Jarry como Alejandro Tabilo agrandan sus respectivas leyendas. El orden en que están puestos sus nombres es meramente casual. El idioma no permite fundirlos para graficar aún mejor que los méritos de cada uno son igualmente relevantes. Tabilo cayó ante Alexander Zverev, en un duelo que partió siendo ilusionante. Sin embargo, ni así se empaña lo que consiguió en su paso por Roma. Jarry se mide ante Tommy Paul y busca seguir escalando y, de paso, reivindicar a su compatriota.
En otras circunstancias, se podría decir que los mirarían hacia arriba. Hoy, en cambio, con total certeza, el alemán pasó susto y el estadounidense entrará a la cancha, cuando menos, preocupado. Y bastante. Esa señal de respeto hacia tenistas chilenos (o hacia el tenis chileno), que parecía olvidada desde los tiempos de Marcelo Ríos, Fernando González y Nicolás Massú, hoy resurge. Al margen de las consideraciones emotivas, por razones estrictamente objetivas: en la próxima edición del escalafón mundial, ambos aparecerán entre los entre los 25 mejores.
Con propiedad
Hans Gildemeister, bandera del deporte blanco en el país en los 80, ni siquiera lo duda. “Si hay dos semifinalistas chilenos en un Masters 1000, ya se puede decir con propiedad. Jarry está 18º, Tabilo se va meter bien arriba. Obviamente no es el nivel de Ríos, González y Massú, pero es muy bueno, de verdad. Estar en semis en Roma, que es un torneo con tradición es importantísimo”, sostiene.
Paul Capdeville coincide. “Yo creo que hay que hablar solo cosas positivas. Dos semifinalistas en un Masters 1000 es algo que ni en la época de Ríos, Massú ni González se hizo. Eso es el primer dato. El segundo es que Nico ya le ganó a Alcaraz, viene con partidos en que hace diferencia y hoy (este jueves, ante Tsitsipas) lo demostró. Mostró mucha jerarquía. Y el tercero es el gran cambio tenístico de este año de Alejandro Tabilo, que realmente es un jugador que le costó meterse en Top 100 y mantenerse y ahora juega con nivel Top 20. Juega contra ellos como un de ellos”.
“Yo creo que sí. Esto marca y refuerza que el tenis chileno y sudamericano es protagonista de vuelta. Como fue en 1999 o en 2004. Es grandioso”, apunta Horacio de la Peña, mentor de Fernando González y gestor de las medallas olímpicas en Atenas 2004. El Pulga, de hecho, se anima con un análisis más profundo. “Yo lo explicó así: creo sinceramente que el tenis en Sudamérica tiene un antes y un después desde el circuito Dove Men Care. Todos estos jugadores salieron de este circuito. O empezaron o si no lo utilizaron directamente, eran las opciones. Pudieron entrenar, trabajar con sus equipos de trabajo. Jarry, Barrios o Tabilo venían con todos sus equipos de trabajo. No solo sacaban puntos, sino que mejoraban su tenis. Después iban a Europa siendo muy competitivos. Eso es lo grandioso. Subió Barrios, subió Cerúndolo. Entonces, se fueron potenciando entre todos. Sinceramente, creo que el tenis sudamericano y en especial el chileno seguirá obteniendo alegrías”, enfatiza.
El efecto en la Copa Davis
Todos coinciden, además, en que el éxito se puede proyectar a una aspiración colectiva: transformarse en protagonistas en la Copa Davis. “Es una evolución que se puede proyectar. Incluso para la Davis puede apostar a ganarla. Están pasando por un gran momento. Tabilo y Jarry incluso pueden jugar el dobles juntos y hacerlo a gran nivel. Chile vuelve a estar en el primer nivel. De eso estoy completamente seguro. Piensa, además, que Garin y Barrios están metidos cerca de los 100. Hoy estamos hablando de estos dos, de Nico y de Tabilo, pero Cristián ya estuvo 17 del mundo, hizo semis en Múnich, en Portugal, le ganó a Zverev. Hay un grupo muy potente”, complementa Capdeville.
Gildemeister, un copero por excelencia también detecta el beneficio. “Nico Massú debe estar contentísimo. Hay que jugar, ver cómo quedan los cabezas de serie y todo eso, pero no creo que haya muchos equipos que tengan dos jugadores dentro de los 20. Alejandro puede mejorar aún más en el ranking, porque no defiende mucho. Y en el juego, lo mismo. Lo ha mejorado y lo va a seguir mejorando. Tiene margen para eso y ha mostrado las ganas de hacerlo”, esgrime. “Garin estuvo 17º y tiene que mejorar mucho. Barrios tiene problemas en la espalda, pero es un buen jugador de equipo, sin dudas”, establece, como un virtuoso complemento.
De la Peña aprovecha para llamar a aprovechar el momento. “Acá, después de lo que hizo Ríos o lo que lograron González y Massú en 2004, siguen sin ponerse las pilas. El tenis no es el más popular, pero es el deporte más exitoso de Chile. Alguna vez tiene que reaccionar el gobierno. Para evolucionar, se necesitan políticas gubernamentales. Italia es un buen ejemplo. Tienen a Sinner, a Berretini y 10 top 100. Tienen que copiar eso. Los torneos de elite no solo se pueden hacer con privados. Acá se juega un ATP con tribunas mecano. En Viña se jugó y no se hizo nada para dejar un centro de entrenamiento a nivel del mar. Estamos dando ventajas. En Santiago solo en el invierno las condiciones se vuelven normales”, concluye.