Ni en penales destraba el maleficio: la UC claudica ante Palestino y suma su tercer fracaso seguido en la Copa Sudamericana

La maldición continental de Universidad Católica no se acaba. En Coquimbo, ante Palestino, los cruzados se jugaban el año, para tratar de esfumar el karma que les remeció la existencia en 2023 y 2024. Una final en marzo. Tal cual. En tanda de penales, cayó con Palestino (5-4), tras alcanzar un agónico empate 1-1. Un tropezón más. Y se siguen acumulando.

Se trataba de un encuentro fundamental para Tiago Nunes. Conociendo los antecedentes, toda vez que las eliminaciones anteriores generaron un sismo y terminaron por influir en el fin de los procesos de Ariel Holan y Nicolás Núñez, el brasileño tenía la obligación de clasificar. Cruzados no escondió la relevancia del duelo ante los árabes.

Nunes, quien había dosificado el fin de semana ante Iquique, movió el tablero. Alineó una línea de cuatro en el fondo, liberando a Jhojan Valencia para ubicarse en el eje, aunque de igual manera el colombiano bajaba para ser la primera salida. En el marco de un arranque friccionado, la UC era un equipo histérico. Tanto así que recibió tres amonestaciones en menos de 10 minutos. La exacerbación del ímpetu.

Para peor, el panorama se le complicó a la Franja con el 1-0 de Palestino, en los 11′. Tiro libre de Bryan Carrasco y el balón se cuela en el arco. Floja respuesta de Vicente Bernedo. Revivieron los fantasmas de Audax Italiano y Coquimbo Unido para los estudiantiles. La Católica requería con urgencia calmarse y empezar a jugar; salir del descontrol y enfocarse. Se notaba un equipo desordenado, nervioso y sin un plan de partido. Además, con rendimientos individuales bajos.

La primera de los cruzados llegó en los 20′, que obligó a un tapadón de Sebastián Pérez. El Zanahoria vivía un duelo aparte, luego de su polémica salida de San Carlos de Apoquindo. Salvo ciertas claridades de Alfred Canales, el mediocampo no pesaba en el partido. Y en ofensiva, Fernando Zampedri no recibía balones con ventaja. El ejemplo evidente del descontrol se vio en los 26′, cuando el Toro corrió varios metros y realizó una evitable infracción, terminando amonestado. El signo vivo de la frustración.

La banda derecha de la UC estaba especialmente apagada. Dylan Escobar no ha exhibido un rendimiento acorde a las expectativas con las que llegó, mientras que Eduard Bello fue intrascendente en los 45′ iniciales (fue reemplazado). No se percibió el rol del venezolano en el juego cruzado. ¿Era puntero, volante, o segundo delantero?

Recién en el epílogo de la primera mitad se vio algún esbozo de reacción, con las llegadas de Montes (40′) y la increíble ocasión desperdiciada por Bello, debajo del arco, tras un cabezazo de Zampedri que da en el travesaño. Y la UC se salvó del 2-0, al ser anulado el gol de Junior Arias por un milimétrico fuera de juego (de VAR).

Católica requería con urgencia serenarse y rediseñar el diseño del partido, para cambiar una suerte que parecía echada. Ingresaron Rossel y Jader por Canales y Bello. Cambios para que nada cambiara. Era todo igual: imprecisiones y cero estilo. Fue como si la pelota le quemara en los pies a los jugadores franjeados. El colombiano Valencia tuvo un bajísimo desempeño, por ejemplo, y fue reemplazado por Farías.

Con el tiempo en contra, los cruzados tuvieron que arriesgar y recurrieron a una táctica tan reiterada como (generalmente) poco efectiva: partir el equipo, sacrificando volantes por delanteros (a lo Mario Salas). Una ventana se abrió por la expulsión de Julián Fernández, en los 71′, ratificada por el juez Falcón Pérez en la imagen del VAR.

El improvisado local en Coquimbo terminó en el cuarto de hora final con cinco delanteros: Corral, Montes, Rossel, Zampedri y Valencia. Era el todo o nada, con uno más. Los árabes aguantaban en su territorio la ventaja mínima. El monopolio del balón era de la UC. Y llegó lo inesperado en los 88′. Centro de Cuevas y Zampedri, libre, cabecea y pone un empate que no se veía por dónde para los cruzados. Por cierto, primer gol como chileno del 9.

Por el trámite, Católica llegó a los penales de una manera agónica. En la instancia definitiva, claudicó. Palestino ganó por 5-4. El Zanahoria Pérez atajó el décimo remate, de Ampuero, y le dio la clasificación a los de colonia. Un excruzado terminó siendo el verdugo. Pese a llegar a los penales, se consumó un nuevo fracaso continental de la UC. Por tercer año seguido, se queda sin copas.

U. Católica 1 (4): V. Bernedo; D. Escobar (75’, D. Corral), T. Asta-buruaga, B. Ampuero, C. Cuevas; F. Zuqui (68’, D. Valencia), J. Valencia (68′, A. Farías), A. Canales (46’, J. F. Rossel); E. Bello (46’, J. Gentil), F. Zampedri y C. Montes. DT: T. Nunes.

Palestino 1 (5): S. Pérez; D. Zúñiga, A. Ceza, F. Meza, J. León; J. Fernández, A. Martínez; B. Carrasco (83’, V. Espinoza), J. Abrigo (75′, F. Montes), J. Benítez (65’, G. Tapia); y J. Arias (65’, J. Marabel). DT: L. Bovaglio.

Goles: 0-1, 11′, Carrasco, de tiro libre; 1-1, 88′, Zampedri, cabezazo tras centro de Cuevas.

Árbitro: Y. Falcón Pérez (ARG). Amonestó a Bello, Montes, Zuqui, Zampedri, J. Valencia (UC); Meza, León (P). En los 71′, expulsa a Fernández (P) con roja directa.

Definición a penales: UC: Anotaron Zampedri, Gentil, Cuevas y D. Valencia. Falló Ampuero. Palestino: Anotaron Martínez, Tapia, Meza, Zúñiga y Marabel.

Estadio Francisco Sánchez Rumoroso, Coquimbo. Asistieron 5 mil personas, aprox.