“Que le entreguen ya el título”. Con esas palabras, la prensa europea resume la gran carrera que realizó Max Verstappen en el Gran Premio de Bélgica de la Fórmula Uno. El piloto neerlandés está imparable y ni siquiera un duro castigo del ente rector impidió que alcanzara su octavo triunfo consecutivo y su décima victoria en lo que va de temporada. La hazaña del piloto de Red Bull comienza el viernes pasado cuando su escuadra confirma que el bicampeón cambiaría por quinta vez su caja de cambios, algo que está penado por la reglas de la competición pues solo se pueden usar cuatro, lo que haría que Verstappen perdiera la pole position y largara del sexto puesto en el el tradicional circuito de Spa Francorchamps.

“Desde el sexto lugar es una nueva posición desde la que gano. El verdadero reto era la primera curva, ya después era hacer los rebases necesarios y hacer la carrera. Es cuestión de ver los neumáticos y no perder el ritmo”, celebra el líder indiscutido del automovilismo. Siempre estuvo igual de tranquilo. Ni siquiera se preocupó cuando su compañero de equipo, Sergio Checo Pérez, sobrepasó en la largada al poleman Charles Leclerc (Ferrari) y se perfilaba como firme candidato para quedarse con la prueba.

De hecho, en el giro 17 lo superó sin problemas y desde entonces hizo lo que quiso en la pista europea hasta que otra vez la bandera a cuadros sellara su hazaña. Pérez y Leclerc completaron el podio. “Tuvimos una buena largada, rebasamos a Charles Leclerc, que era uno de nuestros objetivos. Max fue muy rápido en el segundo stint, no pude hacer nada”, confiesa el azteca. Y luego aplaude el triunfo que mantiene en la cima de la clasificación de pilotos a su colega y que le otorga 125 puntos de ventaja sobre él. Es decir, Mad Max cuenta con prácticamente cinco carreras de ventaja sobre el mexicano y podría alargar sus vacaciones si quisiera sin perder el liderato.

Esto último por que la F1 entra en un receso y la acción se retomará en la penúltima semana de agosto, cuando el Circo se traslade al circuito de Zandvoort, en el país que vio nacer a Verstappen. O sea, está todo dado para que el joven de 25 años siga mandando sin contrapeso el circuito, tal como lo hace su escudería, Red Bull, la cual ha ganado todas las carreras del actual campeonato y es líder de la justa de constructores con 460 unidades, escoltada por Mercedes con 226 y Aston Martin con 184.

“Fue una primera mitad de temporada increíble. Llegar invictos a las vacaciones es alucinante. Tenemos que mantener este nivel. Todo el mundo se merece un descanso, y luego volver con fuerza. Sólo queremos mantener el impulso”, expresa el director ejecutivo de la escudería austríaca, Christian Horner.

Mientras que su rivales se rinden sin condiciones ante el reinado. “Vamos a recuperarnos y ganar carreras y campeonatos, pero hoy se ha visto el ritmo que tenía Max, y ya se vio en las tandas largas del viernes. Ahí es donde están. Es como un campo de coches de Fórmula 2 contra un Fórmula 1. Han hecho el mejor trabajo. Dentro del reglamento, han hecho el mejor trabajo”, concluye el jefe de Mercedes, Toto Wolff.

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