Un particular regalo en su cumpleaños número 15 recibió Nico Pino, en septiembre. Nada de videojuegos o zapatillas; el muchacho estaba más contento que nadie pues desde ese día la Federación Internacional de Automóvil (FIA) le permitía correr en autos de fórmula. Aunque amados, los kartings comenzaban a quedar atrás. Por la edad y porque así indica la planificación. Es Nico Pino: del mall a la Fórmula Uno

Nico Pino se subió por primera vez al comando de un auto cuando tenía ocho años. Como muchos padres, Manuel Pino (hoy de 40 años) y su hijo hicieron tiempo en el mall dando unos giros en un karting. Al pequeño Nicolás, el segundo hermano, le encantó.

De ahí a descubrir Lampa, comprar un kart de segunda mano, acercarse a las carreras, ganarlas y comprarse otro, nuevo, pasó poco tiempo. En ese período también llegó la pregunta del papá: "¿Esto es en serio? ¿Te gustaría dedicarte a esto? Y me dijo que sí", recuerda.

Nico Pino ni se acuerda de antes de eso. "Me gustaban las carreras de autos, yo andaba buscando un deporte, porque jugaba fútbol, básquetbol, natación, pero ninguno me gustó tanto como esto".

Los títulos locales y las participaciones internacionales, en Argentina, Estados Unidos y, finalmente, Europa, en 2015, comenzaron a llegar. En 2017, la FIA nominó al chileno al pretigioso FIA Academy Trophy, tres fechas en Bélgica, Francia (en Le Mans) y Finlandia.

Entonces, en la cabeza de Manuel Pino rondaba una sola idea. "Hay que hacer esto como se debe hacer". Con esa frase resume que cada paso en el automovilismo, pretérito y futuro, de su hijo Nicolás está detalladamente planificado. "En 2019 los senior en los karting y pasar a las fórmulas 4 británica y Asiática, en Malasia, en 2020; Fórmula 3 británica y 4 Italiana en 2021; y 2022 en F3, la que acompaña la Fórmula Uno, si todo pasa bien 2023 en la F2 y la Fórmula E", detalla su padre.

Mauricio Melo, presidente de la Federación de Automovilismo explica el porqué: "Nico Pino está en la edad perfecta. Es el único piloto en Chile que está siguiendo el curso correcto: hoy no basta tener o comprar un cupo en la Fórmula Uno, hoy hay que tener la superlicencia que se consigue con puntos, que se adquieren ganando campeonatos o estando en el podio".

Pino, el piloto, indica que su "objetivo es llegar a la Fórmula Uno y la Fórmula E. A más corto plazo es poder salir campeón de alguna Fórmula 4 y corriendo en los mejores equipos, para eso nos estamos preparando". De acuerdo a esa planificación, en 2020 Pino disputaría unas 70 carreras, en Malasia y Gran Bretaña, por el equipo Double R, propiedad de Kimi Raikkonen.

Los planes no son menores. Nicolás asegura que está preparándose para cada uno de ellos y que lo otro, el fracaso, "no lo hemos considerado, se ha cumplido todo lo que estamos apostando, así que vamos bien".

Más que exitismo, hay positivismo en su punto de vista, según su padre. "Estamos ciento por ciento ficalizados en el plan A, que le vaya bien, puede ser que no avance, porque pueden pasar muchas cosas... No nos hemos puesto en el caso de que no lo vamos a lograr".

Tal vez el paso más sorprendente es el que dio el volante este año, aún con 14, cuando en marzo se fue a vivir a Londres sin sus padres para defender en el karting local al equipo Kosmic Racing, ligado a la academia de Ferrari. Claro, allá vive con una familia cercana, pero lo que se mantiene en esa casa es poco, siempre está viajando a España, Italia, Finlandia, Francia y ahora Malasia o dónde haya carreras. Además, hace rato que viaja por todo el mundo sin acompañantes. Habla bien el inglés.

El Reino Unido no es una elección arbitraria. Los mejores equipos están en ese país y es la meca de los deportistas en desarrollo.

¿Echa de menos? La respuesta sorprende: "Bueno, lo cierto es que allá vivo más tranquilo, no gritan tanto como en mi casa. En Londres salgo a entrenar, en Chile era más por diversión". En los simuladires, Pino entrena con el coach de Lando Norris y George Russell.

"En un día normal me levanto temprano, si es que no tengo algún entrenamiento en la tarde sobre el auto o en el siumulador, hago trabajo físico. En la tarde me aseguro de comer lo más sano posible, algo que vemos con un nutricionista, y después veo qué entrenar mentalmente, algo que me sirva cuando me suba al auto", relata el joven deportista.

¿Los estudios? Da exámenes libres en Santiago. El colegio al que iba en Chicureo no le dio más permisos y la opción de ir a una escuela en Inglaterra fue desechada por el mismo motivo: muchos desplazamientos.

"Que viajara era un problema, porque un menor de 15 años necesita de los permisos de los padres y varios trámites. Esto habla de su madurez: una vez no lo dejaron subirse al avión en Nápoles, porque unos números no coincidían. Le dije por teléfono que se tomara un taxi a Roma y ahí abordara. Un niño de 14 años en esa situación se pone a llorar o qué se yo; Nico tomó el taxi, llegó a Roma y solucionó el problema. Él ya entiende cosas que uno ni a los 20 sabía", relata su padre.

Manuel Pino está orgulloso, claro, pero sabe muy bien cuál es su papel en la carrera deportiva de su hijo. "Primero, siempre lo veo como un hijo, no como un deportista. Lo mío no es lo deportivo, para eso hay otra gente. Yo quiero que él vea los valores que conlleva el deporte, la disciplina, rigurosidad, perseverancia, capacidad de aprender, son las cosas más importantes. Que vea que esto no es diferente a estudiar y tener un trabajo, es lo mismo, pero un poco más glamoroso".

Prueba de ello es que desde el primer día, al primer Metropolitano, se levantó a las 6 de la mañana y lo siguió haciendo sin reclamar cada sábado y domingo, a entrenar o a correr. Era feliz.

Colabora con todo lo anterior el propio Nico, quien es definido por muchos de sus cercanos como un "viejo chico". En buenos términos, claro, porque se le ve siempre serio, profesional y con las sonrisas y palabras precisas. Su padre detalla: "Estoy orgulloso de lo profesional que es, una cosa es inculcarle valores, vida sana y todo eso, pero que se lo tome en serio, que le guste algo, que tenga tanta determinación, que sepa desde tan chico lo que quiera y le gusta es emocionante. Nico tiene una personalidad bien particular, siempre ha sido bien competitivo, desde muy chico, y después esto de andar solo por el mundo se lo ha intensificado. Siempre está en una actitud de tensión, de que las cosas resulten".

Pero todo se trabaja. El piloto cuenta que hace trabajo sicológico también. "Se centra en concentración y nerviosismo. es decir, cuando uno esté en punto de estrés no se cometan errores. Y también me hacen ejercicios de respiración, que me ayudaron bastante".

Pino se sube a un auto de Fórmula en Codegua para una sesión de fotos y videos. Debe dar un par de giros para acostumbrarse al auto y la pista. Da muchos más, encarando las chicanas y las curvas sin problemas desde la primera vuelta. Tras eso trata de explicar qué tipo de piloto es: "Principalmente estoy ciento por ciento concentrado en lo que estoy haciendo, siempre hay adrenalina e intensidad al momento de estar corriendo, pero cuando salgo estoy a foco en lo que voy a hacer. Al principio había nervio que hacía que uno se equivocara, pero con experiencia se va quitando", señala Nico.

¿Qué piensan los que lo han visto pilotar? El sudafricano Callan O'Keeffe, ex piloto de Red Bull y coach de pilotos, comenta que "su principal característica es que él siempre va al límite, eso es muy importante. Tiene muy buenas bases técnicas, la forma de frenar, la habilidad para tomar curvas de alta velocidad, en general es muy bueno".

El irlandés Peter Thompson, director del equipo MeritusGP de la F4 SEA, dice que "la primera vez que se sentó en el auto nos sorprendió con los datos. Solo tiene que mejorar en la línea de carrera".

En tanto, el inglés Matthew Willett, jefe de equipo de Double R, agrega que "en un par de días con nosotros alcanzó todos los objetivos. Le veo un gran futuro, y es muy joven".

Aunque es normal que los automovilistas de primer nivel inicien sus carreras aún siendo niños, no está de más preguntarle al piloto y su familia si no tienen algo de temor ante una actividad de naturaleza peligrosa. "En las primeras tres carreras uno siempre está nervioso porque no sabe qué hacer, hay hartas cosas que se deben aprender, pero después cuando pasan y hay experiencia uno se va acostumbrando. Y (miedo) cuando he tenido choques fuertes, cuando uno está en el aire, ahí sí", responde Nicolás,

Como sea, asegura que no se arrepiente del camino tomado. "Cuando uno se accidenta se arrepiente de haber hecho alguna maniobra, pero no de las decisiones que he tomado".

Su padre coincide en el momento de más susto. "Al principio, cuando era chico, me daba susto, porque los niños tienen los cables pelados, se tiran sin mucha conciencia. Tuvo dos accidentes fuertes, en uno tuvo hematomas, a los nueve años, le cayó otro auto encima, y en otro, entrenando, sufrió fracturas en la clavícula y algunos dedos, entre otras".

El piloto agrega: "A los hombres de mi familia, a casi todos les gusta. A mi mamá le da un poco de miedo, igual que mi abuela. Es que soy su regalón".