Entró en los últimos minutos y su aporte en el campo fue nulo. Más que buscar el empate y realzar así aún más el récord de su compañero, Fernando Zampedri, Nicolás Castillo siempre buscó la confrontación en su breve participación en el Clásico Universitario de este sábado, en Santa Laura.

En una de sus primeras jugadas, comenzó a discutir con el capitán de la U, Marcelo Díaz, y hasta le tocó la nariz de manera agresiva. Felizmente, para él, el árbitro Cristián Garay no lo vio, porque de lo contrario se ganaba una amonestación inmediata.

El oriundo de Renca siguió acumulando furia y explotó una vez que el resultado estaba consumado y Universidad Católica había sido derrotada en el clásico.

De hecho, cuando los jugadores de la U se retiraban hacia camarines -por el sector donde se ubican los barristas cruzados-, Castillo las emprendió nuevamente contra los jugadores azules y claramente, fuera de sus cabales, buscaba un pleito.

Estaba en eso y sin respuesta aparente de sus rivales, cuando llega Fernando Zampedri y lo comienza a sacar de la escena. Castillo, al no lograr su objetivo, golpea una cámara de la transmisión oficial que registraba los hechos.

Finalmente, el Toro logró retirar a su compañero y el lío no pasó a mayores. No es primera vez que el ariete protagoniza problemas en un partido importante. En la visita a Ñuñoa, en el duelo de la primera rueda (que terminó con victoria de la UC) también se robó el protagonismo, cuando le realizó un gesto obsceno a la barra brava de Universidad de Chile.

En aquella ocasión hasta la entidad de Las Condes condenó el hecho. El delantero se ganó el repudio de todos aunque lo más importante fue el castigo que recibió de parte del Tribunal de Disciplina de la ANFP, que lo suspendió por tres fechas.

De lo que informe Garay dependerán eventuales sanciones por este nuevo episodio. En lo deportivo, el aporte del atacante es apenas anecdótico: dos titularidades en el Campeonato Nacional y apenas 289 minutos jugados.