Cuando Pablo Lemoine les contó a sus jugadores quiénes eran los primeros 30 nominados al Mundial de Francia, Nicolás Herreros (33 años) no se desplomó. El técnico charrúa aún debía llevar a otros tres jugadores y el medioscrum tenía claro que podía ser uno de ellos, y tan solo seis días antes que el último grupo de Cóndores cruzara el Atlántico, llegó su premio.
Él, Thomas Orchard y Vittorio Lastra entraron al sueño mundial. Herreros es de los jugadores que más pergaminos e historia tiene en el equipo. Es uno de los cinco seleccionados de mayor edad y representante nacional desde mucho antes de la llegada de Lemoine. Estuvo en el Mundial M20 de Kenia en 2009 y disputó con los Cóndores 7s el World Series Las Vegas de 2018.
Eso sí, no formó parte del proceso del uruguayo durante los primeros dos años, volviendo recién para los duelos clasificatorios en 2021, cuando la revolución ya había comenzado. “Escuchaba mucho de Pablo desde afuera y cuando lo conocí me llevé una sorpresa grata, no solo por él, sino que por todo el staff. Cómo se trabajaba, el nivel de intensidad, el profesionalismo. Fue un cambio super chocante al volver”, relata Herreros a El Deportivo.
Apunta a dos cambios que lo impactaron profundamente: la carga de los entrenamientos y el nivel de detalle.
Por eso es claro en admitir que, una vez que volvió, prometió no irse más. De hecho, en esa búsqueda por conseguir uno de los cupos a Francia, dejó el rugby español tras varios años y volvió a Chile para jugar por Selknam este 2023. “Entendí que lo mejor era preparar el Mundial acá. Prepararme todos los días acá, estar con los médicos encima, mejorar la química con los jugadores, los timings de juego. Eso iba a sumar mucho más que venir solo para las giras internacionales”, destaca.
Y ahora está en Francia, aunque para el debut no lo hará desde la cancha. Herreros no entró en los citados ante Japón y tendrá que esperar su oportunidad frente a Samoa, Inglaterra o Argentina. Enfrentamientos que tendrán una clave: “En estos torneos el factor estratégico es super relevante. Entonces, en función de lo que tú tienes y cómo vez a tu rival, puedes ir armando una estrategia para potenciarte y disminuirlos. La parte estratégica va a ser realmente la clave, porque vas a tener que ir planteando de diferente forma todos, porque son países muy distintos”, añade.
Un punto importante a destacar: durante su paso por Francia, Chile enfrentará a rivales con estilos. En el caso de los nipones, es el mismo Herreros quien lo explica: “Tienen mucho doble juego, son rápidos, tienen jugadas creativas, son muy dinámicos”, apunta.
Todas estas reflexiones van desde una experiencia que no solo se ha ido formando con su trayectoria como jugador, que incluye pasos por Australia, Nueva Zelanda, Francia y España, sino que también como formador. Actualmente es entrenador de backs en Alumni, equipo del Top 10 de Arusa.
Camino que sin duda lo ha hecho seguir el trabajo de Pablo Lemoine con lupa. “Entiende que los estándares hoy no pueden ser iguales que hace cinco años. Nos pone un piso de exigencia a los jugadores. Creo que nosotros estamos viviendo este momento peak del alto rendimiento y es importante que les transmitamos a los otros jugadores que existe este piso mínimo. Un estándar del que no se puede bajar. Ese va a ser su gran legado”, menciona.