Después de las gloriosas semanas que vivió en la arcilla europea y de festejar hoy su mejor ranking, Nicolás Jarry (28º) dio comienzo oficial a su gira sobre césped en el ATP 500 de Halle, Alemania. Al frente estaba el francés Corentin Moutet (79º), un zurdo de 1,75 metros de estatura y dueño de interesante muñeca y de un especial carácter, al que derrotó por 6-3 y 7-5, en una hora y 45 minutos.
A pesar de la diferencia en la clasificación -y también de centímetros-, el duelo presentó algunas complejidades para el chileno. El servicio abierto y con slice, típico de jugadores con predominancia de la mano izquierda, fue un elemento difícil de leer para Nico, quien en sus juegos de saque eligió mayoritariamente las subidas a la red para atacar los bloqueos de su rival en la devolución, aprovechando su metro 98.
En el sexto juego del primer set, el número uno del país tuvo sus primeras dos chances de quiebre, pero no las pudo concretar. Sin embargo, fue un anticipo de lo que ocurriría en el siguiente turno de servicio del francés. Ahí el tenista nacional sí pudo concretar gracias a la profundidad y agresividad de sus tiros, lo que le permitió tomar una ventaja decisiva en el primer set, el que cerró con un espectacular revés paralelo pegado a la línea.
Cabeza firme
A esas alturas, el europeo estaba completamente sacado y enfrascado en discusiones con el juez de silla. No obstante, se volvió a meter en el partido y puso en aprietos a Jarry. Sin embargo, el pupilo de Juan Ozón supo salir de los dos puntos de quiebre en contra que tuvo en el segundo juego y de los cuatro que enfrentó en el cuarto, lo que significó un importante envión anímico importante.
Paralelamente, Moutet continuó con su show en la cancha, sumando al público a la discusión. No fue fácil para el chileno concentrarse ante ese escenario, pero logró hacerlo de muy buena forma, jugando de gran manera los puntos clave.
El santiaguino intentó cargar su juego sobre el revés del galo y esa insistencia tuvo premio, ya que en el décimo primer game logró el quiebre clave para quedarse con el partido, el que cerró magistralmente con su servicio, con un punto en la red. Así cerró su primera victoria en cuatro años sobre esta superficie.
En la próxima ronda enfrentará al griego Stefanos Tsitsipás (5º), que derrotó por 6-7 (6), 6-4 y 7-6 (3) al francés Gregoire Barrere (58º). Con el helénico, la estadística de Nico está 1-1. Se enfrentaron por última vez en el Masters 1000 de Mónaco, donde ganó el europeo, mientras que el primer duelo fue para el chileno, quien se impuso en el césped del ATP 250 de s-Hertogenbosch en 2019.
“Fui de menos a más”
Después de su victoria, Nicolás Jarry analizó su actuación ante Moutet. “Fue un partido donde estuve muy sólido. Traté de estar muy concentrado con mi juego de saque para que no tenga chances o lo menos posible, y fui de menos a más; eso es lo que me tiene más contento. Primer partido en pasto después de varios años, y pude dar un muy buen nivel”, expresó.
“Espero seguir mejorando. Contento por tomar las oportunidades que tuve y feliz de estar acá para seguir teniendo partidos en esta superficie que es muy especial”, cerró.