Nicolás Jarry busca puntos y entrenador
En el certamen penquista, el ex 38° del mundo intentará sumar las unidades que le han sido tan esquivas. Mientras busca el reemplazante de Dante Bottini, entrenará con Gonzalo Lama y su coach Cristóbal Saavedra.
El retorno ha sido lento, complicado y tedioso. Primero fue la espera de once meses, luego las derrotas de fin de año y de remate la salida de Bottini. Tres golpes que enmarcan la etapa de Jarry post sanción por dopaje. Ahora en Concepción buscará dar vuelta la página y conseguir sus primeros puntos en el circuito. La situación no es la ideal, pero el otrora 38° del mundo sabe que es el momento oportuno para volver a entrar al ranking.
La sanción le cambió la vida a Jarry, de eso no hay duda. En un periodo de doce meses, pasó de jugar torneos Master 1.000 a Futuros. De estar 70 del mundo a no tener siquiera un punto ATP. Mazazo anímico y tenístico, que se tradujo en un retorno complicado.
En sus primeros tres torneos luego de la sanción no pudo ganar. El Challenger de Lima y los Futuros de República Dominicana entregaron el mismo diagnóstico: un jugador con una notoria falta de ritmo, ansioso y dubitativo en los momentos claves. Pese a la felicidad por volver a jugar, el no sumar puntos dolió. Jarry y sus cercanos siempre han dicho que el retorno iba a ser gradual, que no era algo fácil, pero perder dos primeras rondas en torneos M15 no estaba en los planes.
Por eso la invitación para el Challenger de Concepción ha sido una noticia que el clan Jarry recibe con los brazos abiertos. Es una oportunidad de oro para ganar confianza y puntos, dos cosas vitales en este momento. En tierras nacionales puede darse el resurgir del nieto de Jaime Fillol. Eso sí, un desafío que deberá afrontar sin entrenador oficial, ya que el vacío que dejó Bottini aún no puede ser llenado.
La búsqueda que no ha llegado a buen puerto
El 7 de diciembre de 2019 Jarry anunció a Dante Bottini como su nuevo técnico, el estratega, que venía de entrenar por nueve años Kei Nishikori, era un salto de calidad notable en la carrera de Nico. Un proyecto que generó ilusión inmediatamente. Con el argentino podía dar el salto, pero dos meses después, todo se complicó
La sanción por dopaje cortó en seco la carrera del chileno. Dante le creyó y se quedó con él. Lo acompañó por todo ese tormentoso año, pero a fines de 2020 dijo adiós. La oferta de entrenar a Grigor Dimitrov era una opción irrechazable. Así lo entendieron de igual manera Jarry y sus cercanos. Con el búlgaro, Bottini podía estar inmerso en los torneos más importantes del mundo. Con Nicolás debía deambular por Futuros, mientras luchaban por conseguir invitaciones a campeonatos ATP. El chileno lo despidió con un cariñoso mensaje en sus redes sociales, donde además comentaba que pronto anunciaría a su nuevo cuerpo técnico. De eso ya dos meses, y todavía no hay quien llene ese puesto.
Aún así, en el entorno del jugador confirman que en tierras penquistas entrenará con Gonzalo Lama y su coach Cristóbal Saavedra. El León es cercano a Nico y en varias ocasiones durante el período de para que tuvo ha practicado con él. Esto será una medida momentánea, ya que el tiempo apremia. La búsqueda por conseguir a un técnico oficial sigue en pie.
Una gira que puede darle mucho oxígeno
Concepción será la primera parada en un verano movido para Jarry. A la invitación ya confirmada para el Challenger penquista, se les sumarán dos wild cards para los torneos que se realizan el Santiago. Tres certámenes donde puede sumar puntos que lo ayuden a subir muchas posiciones en el ranking mundial.
El 15 de febrero debuta en Concepción, después vendrá el ATP 250 de Santiago, el desafío mayor. Ganar un partido en San Carlos de Apoquindo, le permitiría sumar 20 unidades para el ranking, con lo que puede meterse entre los 800 mejores del circuito. A mediados de marzo, el Challenger capitalino. Una mini gira que puede ser un verdadero trampolín para Jarry.
A estos tres torneos confirmados, se le puede sumar alguna invitación más a otro de los Challenger que se estarán realizando en la región previo a Roland Garros. Un rompecabezas complejo y agobiante para Jarry, que al día de hoy solo busca poder reencontrarse con el tenis profesional, algo que después de un año negro ya no puede dar por sentado.
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