Nicolás Jarry (160°) quiere terminar el año lo más arriba posible en el ranking. Sabe que los puntos de esta parte de la temporada le benefician en su objetivo de seguir avanzando y poder llegar lo más cerca posible del top 100 y así ser cabeza de serie en las clasificaciones del Abierto de Australia. Sin embargo, en el Challenger de Brasilia dejó escapar una buena oportunidad de sumar tras llegar a cuartos de final en Campinas la semana anterior. Esta vez cayó por 6-3, 3-6 y 7-5 ante el boliviano Hugo Dellien (119°).
A diferencia de las últimas semanas, el juego de Nico estuvo lejos de su mejor versión. Muy intermitente con su servicio y con varios errores no forzados con la derecha. El altiplánico apostó a incomodarlo con pelotas profundas. Y le resultó en buena parte del encuentro. Además, el chileno tampoco estuvo tan fino con el servicio, ya que cometió varias dobles faltas (11, en total), algunas en momentos claves. Igualmente, consiguió un gran número de aces (15) que lo sacaron de apuro.
En el segundo parcial, un quiebre en el sexto juego le dio a Nico el impulso necesario para nivelar las cosas. Con bastante más tranquilidad que en el inicio pudo resolver la maraña táctica que le planteó Dellien, quien es dirigido por Andrés Schneiter, extécnico de Christian Garin. Incluso, el vuelo le alcanzó para romper el saque del boliviano en el primer game de la tercera manga. Sin embargo, volvió a caer en la inconsistencia y su rival logró recuperar esa ruptura en el octavo.
Cuando todo se encaminaba hacia el tie break y Jarry se preparaba para sacar 5-6, un aguacero se dejó caer y obligó a suspender el partido por casi una hora. Con la cancha pesada y con luz artificial, el pupilo de Juan Ozón debió volver a la cancha para terminar el partido. Finalmente, dos dobles faltas y dos errores no forzados le terminaron dando la victoria al boliviano.