Mientras gran parte del país se encontraba sin energía eléctrica, Nicolás Jarry (45º) hacía su debut en el Chile Open ante el argentino Camilo Ugo Carabelli (69º). La situación que se vivía a nivel nacional afectó mínimamente al certamen que funcionó con generadores en ciertos sectores del complejo de la Universidad Católica, pero igualmente generó un estado de preocupación en el público asistente, que intentaba conectarse con sus familias para saber cómo se encontraban en medio de la emergencia, que especialmente en la capital causó estragos.
En cuanto a lo tenístico, el número dos del país buscaba reencontrarse con su mejor nivel ante un rival que llegaba encumbrado tras alcanzar las semifinales del ATP 500 de Río de Janeiro. Por eso era una incógnita lo que podría suceder ante el transandino. Nico no pudo sobreponerse a la irregularidad de su presente y terminó siendo superado por 5-7, 6-3 y 7-6 (9).
A diferencia de la ciudad brasileña, las condiciones de Santiago son totalmente distintas, pues los 970 metros de altitud de San Carlos de Apoquindo y la escasa humedad de la zona provocan que la pelota viaje a una mayor velocidad y sea compleja de controlar, lo que se presentaba como un gran desafío para el crédito nacional, quien en sus últimas tres presentaciones marcó 79, 53 y 56 errores no forzados, respectivamente.
El primer set se dio bastante cerrado. El pupilo de César Fábregas y Pepe Checa no pudo aprovechar dos puntos de quiebre en el game inicial ante un rival que entró algo nervioso, pero que luego se fue afirmando en el partido. Luego fue el turno del chileno salvar dos opciones de break en el octavo juego. Sin embargo, el momento clave se produjo en el undécimo, donde el santiaguino sacó a relucir toda la potencia de sus tiros para arrebatarle el saque a su rival y cerrar con el suyo la primera manga ante la euforia del nutrido público que lo acompañó en su estreno.
Emotiva definición
La sensación de haber ganado el primer set le dio a Nico le dio una mayor tranquilidad para administrar la ventaja y sumar confianza a sus tiros en el comienzo del segundo parcial. Sin embargo, la irregularidad volvió a aparecer y un par de errores no forzados del chileno le dieron al argentino su primera ruptura en el partido. Para colmo, el nieto de Jaime Fillol se enfrascó en discusiones con el juez de silla por algunos cobros del sistema electrónico. Finalmente, con algo de angustia, el bonaerense se quedó con la manga y llevó todo a una definición.
El capítulo final encontró a Nicolás Jarry bien plantado y atacando con la devolución a Camilo Ugo Carabelli, pero también alternando grandes tiros con fallos muy evitables. Pudo haber cerrado la victoria, pero no pudo aprovechar las oportunidades que tuvo. Incluso, dispuso de un match point en el décimo juego, que erró en la malla cuando el punto estaba prácticamente ganado.
Así, todo terminó yéndose al tie break, donde Jarry se puso en ventaja de 5-2, con su servicio, pero su rival reaccionó, producto de aciertos y errores del chileno y ganó cuatro puntos consecutivos. Fue ahí cuando el crédito local reaccionó y logró salvar el match point, tomando muchísimos riesgos. Luego, ambos tuvieron chances para cerrar el encuentro, pero fue el argentino el que logró aguantar la presión y se quedó con el triunfo, en dos horas y 53 minutos de juego.
Por el paso a cuartos de final, enfrentará este jueves al ganador del choque entre el transandino Juan Manuel Cerúndolo (123º) y el brasileño Thiago Monteiro (108º).