Nicolás Jarry saca a relucir toda su experiencia para meterse por primera vez entre los 32 mejores del US Open

No le ha sido fácil a Nicolás Jarry (25º) entrar en sintonía en el Abierto de Estados Unidos. Le ocurrió en el debut ante Luca van Assche y también en su segundo partido frente a la gran promesa local Alex Michelsen (127º), frente a quien tuvo que trabajar bastante para salir airoso e instalarse por primera vez en la tercera ronda del último grand slam de la temporada. Se impuso por 4-6, 6-3, 6-3 y 6-3, en dos horas y 46 minutos.

El comienzo fue complejo, con un primer juego lleno de errores no forzados que le costaron el quiebre de entrada. Sin embargo, también le sirvió como una buena alerta para enfocarse y así en el siguiente game recuperó la ruptura gracias a su intensidad. En el tercero, otra vez estuvo contra las cuerdas, pero su primer servicio lo salvó de esos dos puntos de break.

El juvenil norteamericano aguantó bastante bien los intercambios con el chileno. Se plantó bien atrás de la cancha para devolver y mostró una respetable potencia para contragolpear, especialmente con su revés. Esa misma razón, combinada con nuevos fallos del chileno lo llevaron a romperle nuevamente el saque en el noveno juego y quedar con la opción de cerrar el primer set con su saque. Esta vez no se puso nervioso y con un ace se llevó la manga.

El perder el parcial fue un remezón importante para el pupilo de Juan Ozón, que salió mucho más resuelto. No pudo aprovechar dos puntos de quiebre en el segundo juego y luego debió salvar otro con su saque. Pero en el sexto game vino el empujón definitivo: dos errores no forzados de Michelsen y una derecha formidable de Jarry le dieron el ansiado rompimiento al chileno.

Bajo la atenta mirada de Nicolás Massú en las tribunas de la Cancha 5, la mejor raqueta nacional administró bien la ventaja y supo cerrar con bastante autoridad el segundo capítulo del encuentro. Su mayor experiencia fue clave para enderezar el rumbo ante un rival que debutaba en grand slams.

Precisamente, a pesar de no estar exhibiendo su mejor tenis, ese mayor oficio del nieto de Jaime Fillol le permitió adelantarse con un quiebre en el tercer juego de la tercera manga. Sin embargo, y tras salírsele la zapatilla al santiaguino en el juego siguiente, el norteamericano logró emparejar.

Más allá de esa pequeña frustración, el chileno no se dio por vencido y tuvo su premio en el séptimo game, luego de conectar un maravilloso passing de derecha para arrebatarle el saque a su adversario. Después, volvió a romper el saque para sentenciar el marcador con un excelente drive.

Con la ventaja en el marcador y la tranquilidad de haber neutralizado al estadounidense, Jarry siguió ajustando sus tiros hasta encontrar el momento justo para quebrar. Y ese instante se produjo en el cuarto juego tras romperle en cero el saque a Michelson. De ahí en adelante, solo fue cosa de tiempo que la victoria.

La victoria pondrá casi con seguridad a Nico en el mejor ranking de su carrera. A falta de que termine el certamen, se ubica transitoriamente en el lugar 21, cada vez más cerca del argentino Francisco Cerúndolo (20º), quien además ya está fuera de competencia en el US Open. Además, por primera vez desde que Fernando González lo consiguiera en 2009, hay un chileno en la tercera ronda en Flushing Meadows.

Por el paso a octavos de final y otro peldaño más cerca del top 20, se medirá el sábado ante el australiano Álex de Miñaur (13º), quien dio cuenta cómodamente del chino Yibing Wu (86º), por 6-1, 6-2 y 6-1.