Aún no cumple un año en Chile y ya está dando que hablar. Nicolás Larcamón mantiene un perfil bajo y serio que, con sólo 33 años, lo ha hecho trepar varios peldaños en una corta pero intensa carrera. Su vida desde muy pequeño estuvo ligada al fútbol. De hecho, su padre y un tío jugaron profesionalmente en Argentina, aunque sin gran éxito. Nicolás, a los 17 continuó aquella senda y jugó en las inferiores de Los Andes, sumando minutos por Primera, aunque luego tomaria otro camino. "No tenía las bases y sufrí varias lesiones. Tempranamente dejé la carrera", recuerda. Larcamón comenzó a estudiar para ser profesor de educación física y más tarde esa ruta, que siempre estuvo ligada al fútbol, dio un brusco giro: ingresó a estudiar arquitectura. Había pasado cuatro años en esa carrera y le quedaba poco para terminarla, pero la pasión por el fútbol pudo más. El argentino, que incursionaba también en la conducción técnica, recibió una propuesta para dirigir. "Fui dejando de a poco la carrera y opté por ser entrenador. Estuve en inferiores de Nueva Chicago y fui profesor en la escuela de directores técnicos, daba la materia de táctica y estrategia en Avellaneda. Dirigí inferiores, juveniles menores y mayores, fui ayudante de campo en reserva y después técnico, ayudante de técnico en Primera y luego me surgió la oportunidad en Venezuela. Desde ahí gracias a Dios he tenido trabajo porque he tenido, con éste en Huachipato, tres procesos exitosos".
¿Ve alguna relación entre el fútbol y la arquitectura?
La arquitectura demanda muchas horas de estudio, dedicación y detalles. Puedo emparentarla con el trabajo que trato de hacer en mis equipos, al ir reformulando, variando, ajustando y ultimando detalles que siempre hay por mejorar. En un proyecto de arquitectura, a medida que vas adentrándote, vas viendo cosas, percibiendo y replanteándote cosas todo el tiempo. Me gustaba mucho la carrera, pero el fútbol y, todo lo que tenia que ver con la pelota, siempre me apasionó mucho más.
¿Existe un plazo para sacar el máximo rendimiento a los equipos? Usted demoró muy poco en plasmar su idea en Antofagasta y Huachipato.
No creo que tenga que ver con los plazos. En el fútbol no hay una idea única. Existen tantos entrenadores como ideas. Sé que se me reconoce la claridad en los primeros días de trabajo, donde se vuelca rápidamente en la cancha la idea que uno pretende. En Anzoategui fue un proceso muy exitoso, la campaña en Antofagasta fue la mejor en la historia del club y ahora hemos empezado bien. Hay un mejoramiento en los jugadores que, desde lo individual, se sienten mejor. Ese también es un objetivo del entrenador, no sólo el resultado frío, sino que mejorar al futbolista en cuestiones integrales.
En Antofagasta recibió pocos goles y actualmente dirige a un equipo contundente en ofensiva.
Y se nos reconoció porque fuimos el último equipo en conocer la derrota en las tres categorias del fútbol chileno. Son datos fríos. Acá nos pasó que en las primeras fechas nos tocó perder. Más allá de eso, me deja tranquilo que quizás el mensaje y por la idiosincracia del jugador chileno que, es muy cognitivo y tácticamente intelectual, comprende la idea y trata de entender lo que hace, no solamente ejecutarlo. En lo personal eso me posibilita poder exigirles más desde la comprensión del juego.
¿Qué significa dirigir al equipo más goleador del torneo?
El gol en el fútbol lo es todo, es lo más lindo del espectáculo. Estoy comprometido con lo metodológico y táctico, pero también con la parte estética del fútbol. Que un equipo mío no exprese un espectáculo o emociones en los hinchas, no me representaría. Somos el equipo más goleador hasta hoy, porque esto es relativo, pero me deja tranquilo que la gente disfruta el juego. Me llena ese dato.
Ha destacado un importante juego ofensivo con Huachipato...
Uno es medio loco u obsesivo con el tema del ataque. Yo prefiero perder atacando que empatar defendiendo. Indudablemente. Sé que en algún momento me puede jugar en contra. Si las cosas no se vienen dando, no sé que margen de cambiar la receta podría tener, de decir por ejemplo "si en este equipo no puedo atacar, debo defender". En ese caso, quizás preferiría no trabajar y esperar otra oportunidad que me permita expresar lo que pretendo.
¿Se inspiró en alguien para ese fútbol de ataque?
No me gusta ser fundamentalista de una sola escuela, trato de tomar ideas de varios entrenadores. Lo de Guardiola me parece superlativo. Lo de Klopp es muy bueno. Desde lo estético, tomo lo de Sarri con el Napoli. Pochettino es otro gran entrenador. Bielsa, sobre todas las cosas; por su obra, forma y ética, a mí personalmente, me genera idolatría. Del plano más cercano, Gallardo me gusta mucho, al igual que Rueda me parece un entrenador de elite mundial.
¿Hay flexibilidad en los esquemas o la idea de fútbol? Bielsa moría en su ley y Sampaoli fue cambiando con el tiempo.
Reconozco en la flexibilidad una virtud. Pero la flexibilidad bien entendida, no la falta de convicción. Si hablamos de la flexibilidad para optimizar recursos en una circunstancia de partido, me parece inteligente. Ahora, si esa flexibilidad te lleva constantemente a cambiar la receta, reformular y contradecirte, puede ser peligroso y atentar contra el funcionamiento del equipo. Lo de Bielsa, tiene que ver con algo filosófico, de su convicción. Por eso me genera idolatría. Hay otros entrenadores que tienen mejores números, pero no me despiertan lo mismo. Hay que tener la capacidad de flexibilizarse porque el fútbol es muy dinámico; exige y demanda constantes ajustes, mejoras y cambios.
Siente que, en general, ¿el fútbol chileno es defensivo?
En términos de juego, la liga chilena se caracteriza por tener varios equipos que proponen jugar y atacar. Algunos más, otros de manera desequilibrada o un poco más controlada. A diferencia de otras ligas, donde las derrotas son más resonantes, cuestionadas y las presiones son otras. En Argentina se ve menos juego y desarrollo.
¿Por qué el mercado chileno ha sido exitoso para los entrenadores extranjeros?
El mercado chileno permite una oportunidad más de lo que habitualmente tiene uno en otros países, como en Argentina. Allá con algunas campañas que se han visto acá, algunos ya no estarían. Acá permiten replantear todo, mejorarte y no perder el cargo. Eso es positivo. El mercado chileno es más inteligente en la toma de decisiones. Hay excepciones, como cuando despides a un técnico tras cuatro fechas en un torneo largo. Ésa es una incoherencia. En general el mercado chileno tiene mayor capacidad de proyectar. En Argentina es todo estúpidamente muy pasional.
¿Por qué a los chilenos les va mal en copas internacionales?
Más allá de que tengo los datos y sé que ha costado mucho en los últimos años, explicaciones lógicas no hay. Siento, eso sí, que uno de los mejores aspectos que tiene la liga chilena en términos del respeto al trabajador, es lo del fair play económico. Que los clubes no puedan tener atrasos hace que no se puedan comprometer a pagar contratos a jugadores que quizás son de una jerarquía mayor. En otras ligas se comprometen a pagar algo que al final no pagan, pero el jugador igual juega. Del momento en que la Conmebol exija que el fair play económico sea para toda la Copa Libertadores y no pueda haber equipos con atrasos, ahí los clubes chilenos volverán a tener la escena que tenian. Deben ser varios los motivos, pero pienso que ése puede ser algo determinante.
Colo Colo, en Copa Libertadores, pasó por última vez la fase de grupos en 2007.
Es increíble. El plantel de Colo Colo es de élite a nivel sudamericano. Indudablemente van a clasificar a la siguiente fase.
Son su rival, ¿que le pareció lo que mostraron ante Atlético Nacional? ¿Llegarán desgastados físicamente?
Nacional no le permitió generar situaciones de gol y eso no es habitual en Colo Colo. Trabajaron bien desde la estructura defensiva, ya que Atlético Nacional no habia hecho grandes méritos para llegar al gol. El desgaste existe, pero ellos vienen de un proceso de mucho tiempo donde tienen la idea bastante clara. Tienen una jerarquia para el medio nacional que les permite no tener que trabajar tanto en el detalle, sino que priorizar la recuperación. La intención es dominar el partido, ser un equipo osado, atrevido y que se plante en campo rival.
Y ante un Paredes que en cuatro partidos ha marcado seis goles.
Me genera un respeto enorme, no sólo como futbolista, sino que como deportista en general. A la edad que tiene, el rendimiento que muestra evidencia una disciplina, un carácter y atributos que me despiertan admiración.
¿Su sueño como entrenador?
Percibo la gloria y eso me mueve. Tengo la ilusión de dirigir en una de las ligas grandes de Europa. Por la preparación que estoy tratando de lograr, uno sueña con cosas importantes como una Champions o un Mundial. Soy consecuente con el objetivo y me preparo estudiando inglés y portugués para que el día en que me pueda surgir la oportunidad, esté realmente preparado y no sea sólo un paso, sino que el paso de algo más importante.
Sampaoli dijo que no llegó al Chelsea porque no manejaba el inglés.
Yo sé, avísale a los dirigentes del Chelsea. Soy bilingüe y ahora estoy en clases de portugués.