Nicolás Maturana continúa en guerra con la dirigencia de Cobreloa: “Si quieren pelear, peleamos”
El volante volvió a la carga al acusar la actitud que han tenido los directivos del club al tratar de alejarlo de la institución. "Si me quieren echar, que me lo digan a la cara", lanzó.
El presente de Nicolás Maturana en Cobreloa sigue siendo incierto. Después de que el elenco loíno perdiera la final por el segundo cupo para la Primera División a manos de Deportes Copiapó, en el elenco naranja han comenzado la planificación de la temporada 2023 con varios cambios en el plantel.
Hace unos días el propio volante ofensivo había manifestado su desacuerdo con los dirigentes que desvincularon a parte de los jugadores a través de aplicaciones. “Encuentro lo más penca del mundo decirle a una persona que no sigue en su trabajo por un mensaje de WhatsApp”, señaló en la oportunidad.
Pues bien, ahora ha vuelto a tomar la palabra a través de un live en Instagram en el que acusa maniobras para desestabilizar su presencia en la próxima temporada, a pesar de que mantiene una estrecha y positiva relación con el técnico Manuel Astorga.
“No caigan en el juego, compadre. Me da mucha pena esta situación, se los juro. Es mucho el hueveo. Si me quieren echar, que me lo digan a la cara. No que le anden diciendo a mis amigos para que ellos me lo digan, yo me enoje y le falte el respeto de mala manera para que digan ‘ya, acá hay una causa de despido’. Eso están buscando, aburrir a la gente”, denunció.
Añadió que “eso buscaron en un tiempo con Astorga cuando empatábamos. También buscaron dejar mal a algunos jugadores para que no hablaran de ellos. Cuiden al club, compadre. Por eso el club está así. Hay gente que se quiere unir al club, pero ante estas situaciones dicen ‘ah, lo mismo de siempre, para qué me voy a sumar’”.
“Si nosotros cambiamos, mejoramos y se dicen las cosas a la cara, será diferente todo”, prosiguió el jugador.
Por último apuntó a las posibles consecuencias que tendrían sus palabras. “Sé que tendré respuestas y habrá amenazas de palos blancos. Me da lo mismo, no le tengo miedo a nadie. Si alguien me quiere decir algo, le mando mi dirección o que me escriba por WhatsApp. Yo no tengo atado. No voy a pelear. Y si quieren pelear, peleamos. No hay problema, pero después de conversar”, cerró.
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