Nicolás Peric explicó el motivo por el que marcó distancia con el técnico argentino Marcelo Bielsa. El exportero y ahora comentarista deportivo recordó una situación ocurrida en una concentración que terminó siendo un quiebre en la relación entre ambos.
“A mí me gustaba, muy buen entrenador. Su forma de ser no me gustaba. Yo lo tengo clavado por algo, mal. Un día se le perdió plata de la oficina y dijo que fueron las tías (del aseo). Yo las vi llorar, si eran las tías de las cocinas y las camas po’ hueón. Las vi llorar, yo las conozco de los 15, 16 años. Y de viejo las vine a ver llorar…”, comenzó señalando en diálogo con La Metro FM.
“Dudo que se le hayan aparecido los 700 dólares, pero culpar a las tías, que veían los relojes de 150 mil dólares con las billeteras de todos los hueones ahí abiertas, que le ordenaban toda la ropa”, continuó.
A continuación Luka Tudor, panelista del programa, salió en defensa del rosarino. “Una de las grandes cosas que resalto del Loco es que es un tipo súper frontal, un caballero. Yo no creo que haya inventado alguna cosa así”, comentó.
Claro que de inmediato Peric remarcó que “culpó, yo no te estoy diciendo que no se le perdió”.
Para finalizar el tema, Peric dejó claro que “puede haber sido una posibilidad, pero hasta que no tengas certeza tu no podí decir algo de ese porte. Las viejas de la cocina eran como mis mamás, no me vengan con hueás. De los 15 años me veían de Talca cagao de hambre, se metían a la cocina a hacerme un sandwichito ‘mi niñito’ qué se yo…”.
Por último, indicó que nunca se supo qué pasó con el dinero extraviado, aunque reconoció que “entre todos” se lo devolvieron a Bielsa.
Cortado tras un entrenamiento
Otra anécdota que tuvo Nicolás Peric con Marcelo Bielsa se vivió durante una práctica después de ser llamado a la selección por el DT transandino. “A mí me echó por tirar una estaca”, lanzó el campeón con Cobresal y Argentinos Juniors.
“Fuimos a una gira en Austria y no estaban los holandeses, los monos inflables todavía. De hecho los vimos ahí (...) entonces salgo a cortar un centro y esta estaca era forrada con esponja, pero arriba en la base no, y yo tenía tan buen rechazo jajaja, salgo descuelgo el centro, bajo el brazo y me entierro la estaca en el brazo”, relató.
“Suelto la pelota, pesco la estaca y la tiré a la chucha dentro del área. Próxima citación pa’ fuera Peric, la dejó anotadita. No me dijo nada, ¿qué me iba a decir? si con lo caliente que estaba, me llegaba a decir algo le tiraba la estaca a él”, cerró.