Niemann no puede en el cierre y se despide dolido del PGA Championship
Mala jornada para el chileno que comenzó el último día metido en el top ten e ilusionado. Un doble bogey en la bandera dos complicó el arranque y terminó marcando +2 en la general y bajando hasta el puesto T30.
No pudo ser el cierre soñado para Joaco. Llegó a la ronda final lanzado y entre los diez mejores del PGA Championship. Tener al chileno metido ahí, ya era histórico, pero Niemann quería más. Salió con todo por la hazaña, pero se encontró rápidamente con problemas. Sufrió en el arranque y no pudo revertir en ningún momento los golpes que sumó en los primeros tres hoyos, finalizando con +2, en el puesto T30, en el segundo major del año.
En el hoyo dos llegó el momento que lamentablemente marcó la jornada para Joaquín. El amenazante par cinco lo castigó de entrada, perdiendo la bola de su tiro de salida entre la zona nativa. Sufrió una penalización en el segundo golpe y de ahí no pudo remontar. Terminó marcando un doble bogey que lo sacó inmediatamente del top ten que tanto le había costado amarrar el sábado. De todas formas mantenía la calma, sabía que había vivido algo parecido el viernes cuando también sumó dos golpes a su tarjeta en las primeras jugadas (hoyo 3).
Pero en la bandera cuatro marcó bogey. El viento era actor principal y el público, que asistió a montones para ver a Phil Mickelson, también presionaba. Todo provocó que el inicio fuese extremadamente complejo para Joaco. De ahí en más igualó la exigencia del campo hasta el hoyo 13.
Los resultados de las jornadas anteriores hacían pensar que lo mejor del talagantino vendría en la segunda parte del recorrido, pero las sonrisas no aparecieron. Sufrió en el 14 una bola que terminó en el agua, y en el 15 los caprichos del green, que no le perdonó nada. Dos bogeys consecutivos que hundieron definitivamente el cierre de Niemann.
La actitud de Joaco ya no era de relajo. Sentía la presión y el lamento de una ronda derechamente mala. En el 15 estuvo muy cerca de poder firmar su primer birdie del día, pero la bola no quiso caer y se quedó dormida a escasos centímetros del hoyo. Mordió el putter y demostró su rabia. No era su día y su cabeza ya lo resentía.
Su compañero de ronda, Bryson DeChambeau, tampoco lo pasó bien y cerró el día con +5, firmando ocho bogeys y tres birdies. Ambos llegaban como los pegadores más largos del torneo, generando muchas expectativas de sus rondas finales, pero es bien sabido que en el Ocean Course de Kiawah Island, no hay que dar nada por seguro.
Ya en el tramo final llegó el primer birdie para el mejor golfista de la historia del país. Fue en la bandera 16, dándole un poco de impulso para Niemann. Quedó con +4 en el día y +2 en la general, distanciado por tres golpes del top ten que cerró en -1. El torneo está muy lejos de ser malo, pero su desempeño en el cierre le debe dar vueltas en la cabeza. Tendrá que seguir esperando, mejorando, trabajando cada detalle para transformarse en lo que parece inevitable: un ganador de grandes.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.