Nada detiene al chileno en Detroit. Ya son tres días a un nivel extraordinario, donde el título es una opción más que real para Niemann. Hoy, en la tercera ronda, volvió a quedar libre de bogeys y consiguió marcar cuatro golpes bajo el par, quedando con -14 en la general, igualado en la punta con el norteamericano Troy Merritt. Mañana irá por su segundo trofeo en el PGA Tour.

Cada paso que da Joaco en el Rocket Mortgage Classic va acompañado de una sonrisa. Tiene tomado el campo y en esta pasada lo demostró desde el primer golpe. Ya en el hoyo uno, quedó claro que no iba a conformarse con nada más que la punta y logró un gran birdie. Ese primer impulso, lo dejaba motivado para lo que venía, una instancia donde los nervios y la ansiedad no se sentían.

Mantuvo el par hasta la bandera siete, donde logró dar vuelta un inicio complejo para volver a descontar un golpe. Pegando muy fuerte, sacó ventaja, pero no la suficiente para estar solo arriba. En esos momentos habían cuatro golfistas compartiendo la punta. Por eso Joaco no podía fallar en ningún momento.

Pero Niemann jugó inteligente. Esperó con calma su momento, sabiendo que descontar pero importante, pero no crucial, eso tenía que llegar mañana. Hoy tenía que que mantener el torneo limpio de bogeys. No perder esa ventaja que venía cosechando.

De tee a green impecable, pero con el putt faltó precisión, obligando a que el dramatismo se mantuviera hasta el final. Recién volvió a firmar un birdie en el 13, marcando el -13 en su tarjeta que lo dejaba en el T2, solo un golpe detrás del estadounidense Troy Merritt, quien más temprano había logrado un hoyo en uno en la bandera 11. Y en ese tramo final ambos fueron manteniendo la exigencia del campo. Niemann un hoyo más atrás, esperaba siempre la buena noticia al llegar al siguiente. Pero nada se movió, hasta que el 17 llegó a su horizonte.

Ahí utilizó su madera siete para salir del tee, y cuando su segundo golpe lo dejó en el borde del green. El recurso funcionó a la perfección y consiguió su cuarto birdie del día. El -14 lo dejaba compartiendo la punta con el nacido en Iowa, pero a diferencia del norteamericano, Joaco estaba crecido y estelar.

Merrit tuvo problemas en el 17 y el 18, pero logró salvar los papeles en esos últimos dos hoyos. Niemann por su parte, aseguró lo que quedaba y se fue a descansar pensando en mañana. El trabajo del día ya estaba realizado. Este domingo se sabrá si el chileno puede volver a hacer historia en el PGA Tour. Las cosas marchan más que bien para Joaco.

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