Niemann y Mito comienzan un viaje olímpico que cuenta con ganadores de majors y coreanos que buscan salvarse del servicio militar
Los chilenos juegan su primera bola hoy a las 18:30. Será el arranque de un torneo que reúne a lo más selecto del golf, pero que también da espacio para historias increíbles. Una de ellas es el caso de los jugadores coreanos, quienes necesitan ganar una medalla para evitar enrolarse en el ejercito de su país.
Llegó el día en que golf comienza en Tokio y consigo la actuación de dos de los deportistas nacionales que mejor están en la actualidad: Joaquín Niemann y Guillermo Pereira. Los miembros del PGA Tour llegan a Japón con la confianza y la ilusión a tope. Vienen jugando increíble y saben que tienen una chance real de meterse en la pelea. Pero no son los únicos. Todos se juegan algo en el país del sol naciente. Ya sea volver a poner su nombre en lo más alto del golf o incluso evitar el servicio militar.
En el caso de Joaco y Mito, el objetivo es seguir revolucionando el golf nacional. Sus siluetas representan el mejor momento del deporte en el país, y es que antes de ellos nunca hubo dos chilenos en el PGA. Joaquín es quien lidera esta generación dorada. Con un título y varios top ten en torneos de gran nivel, el talagantino es un rostro que recibirá mucha atención en Tokio.
No por nada saldrá en uno de los grupos más atractivos de la jornada, acompañado de Justin Thomas y Paul Casey. El primero uno de los referentes de la última década, con logros como haber sido número uno del mundo, y haber ganado la FedEX Cup y el PGA Championship. El segundo es un británico que lleva 21 años en el profesionalismo, logrando su punto más álgido en 2009 cuando fue tercero en el ranking mundial.
Mito por su parte comparte grupo con dos europeos. Uno de ellos, el italiano Renato Paratore, vencedor de dos torneos en el European Tour y ganador de la medalla de Oro en los Juegos Olímpicos de la Juventud de 2014. El otro, un experimentado del PGA Tour, el esloveno Rory Sabbatini quien tiene ocho victorias en el tour de golf más importante del mundo.
Medalla o servicio
Una de las historias que más ha llamado en esta edición de los Juegos es el dilema que viven los golfistas coreanos, Si Woo Kim y Sungjae Im. Ambos están obligados a realizar el servicio militar en su país, lo que provocaría un gran quiebre en sus carreras.
La única forma de evitarlo es con una medalla en Tokio 2020. Un caso similar al que vivió el jugador del Tottenham Spurs, Heung Min Son, cuando el año pasado tuvo que ganar la Copa de Asía para no ir al servicio.
El parón de dos años al que se ven forzado los deportistas coreanos que van a la preparación militar, suele ser fatal para sus carreras. Ejemplo de aquello son Sang Moon Bae y Seung Yul Noh, quienes desde que se enrolaron en las filas de su país, no han podido reinsertarse al primer nivel del golf. De hecho Bae fue 26 del mundo antes de viajar al servicio. Hoy está sobre el 800°.
Una situación que de darse sería impactante para el circuito. Tanto Sungjae Im como Si Woo Kim están en los puestos altos del ranking, 26° y 50° respectivamente. Aunque este último es que ha logrado tener más exitoso en torneos, incluyendo entre sus logros haber ganado el The Players en 2017. El panorama es tan extremo que ambos decidieron bajarse del Abierto Británico, que se realizó hace unas semanas, para entrenar exclusivamente para los Juegos.
Los favoritos por el Oro
Una situación totalmente distinta a quienes viajan a Tokio por el único objetivo de ser campeones. La presión otra, pero el premio el mismo. Colgarse el Oro y quedar para siempre en la historia de uno de los deportes más tradicionales del mundo.
Y pese a que Tokio se quedó sin Jon Rahm y Bryson DeChambeau por culpa del Covid-19, la cantidad de candidatos sigue siendo extensa. Además del ya mencionado Thomas, Xander Schauffele, Christiaan Bezuidenhout y Collin Morikawa son algunos de los nombres fuertes del torneo. Uno donde hay un personaje que ilusiona a todo el país anfitrión: Hideki Matsuyama.
El nipón llega a “sus” Juegos en la mejor temporada de su carrera y con el recuerdo de su victoria en Augusta, aún fresco. Adueñarse de la chaqueta verde puso a Hideki en un plano sobre terrenal en Japón. El primer hombre de ese país en levantar un grande quiere bañarse de Oro en su casa. Algo por lo que tendrá que luchar con uñas y dientes. Contra los experimentados, los rebeldes del servicio y los chilenos.
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