Joaquín Niemann demuestra una vez más su talento para revertir momentos complicados. Se topó con tres bogeys en el arranque, pero logró sacar su mejor versión para recuperar golpes y posiciones. Reacciones que le devolvieron vida, para así terminar con -2 en la general, metido en el top ten e ilusionado con la cima. Una que de momento es resguardada por el mítico Phil Mickelson.
Otro fin de semana. Otro corte superado para Joaco. Un nombre seguro en las definiciones del PGA, que hoy buscaba seguir soñando con primer major. El trofeo Wanamaker es un objeto resistido para la mayoría de los mortales, por eso hay que jugar de manera prácticamente perfecta para siquiera mirarlo de cerca. Niemann lo intenta, pero parece que tendrá que seguir esperando, algo que no le complica. La juventud y el talento están de su lado.
Pese que logró un birdie en el hoyo tres, el campo rápidamente lo castigó de maneras consecutivas. Bogey en el cuatro, seis y siete para complicar todo lo realizado durante el torneo.
El despertar del viernes hacía creer a los más escépticos y es que Joaquín había logrado dar vuelta una situación extremadamente compleja tras firmar un doble bogey en el inicio del día. Ahora todos esperaban que volviera a brillar, pero no fue fácil. Ni las condiciones, un poco mejores que las de las jornadas anteriores, lograban darle aire en el inicio al mejor golfista chileno de todos los tiempos.
Logró volver a descontar golpes en la bandera ocho (par tres) y apretó el puño. Terminó la primera mitad empatado con el campo, pero lejos de Phil Mickelson el líder momentáneo. Tremendo torneo para el legendario golfista norteamericano que con 50 años sigue demostrando su talento. Está peleando hoyo a hoyo el liderato con el sudafricano Louis Oosthuizen y Brooks Koepka.
En los últimos nueve hoyos, Joaco hizo gala de su fama. Al principio lo golpeó otro bogey, pero las cosas mejoraron tras ese momento de tensión. Logró reducir golpes en la bandera 11 y 13, descontando dos golpes que lo hacían volver a ponerse dentro de los mejores de la general. Siempre estuvo oscilando entre las diez y veinte mejores marcas del torneo, intentando armar de la mejor manera ese rompecabezas complejo que es el campo de Carolina del Sur. Jon Rahm, Collin Moriwaka (campeón defensor) y Rory Mcllroy fueron algunos de los que no pudieron vencer la exigencia durante esta jornada.
En el hoyo 18 logró un birdie que resonó fuerte en el club. En una de las banderas más complicadas del campo, el chileno firmó la estocada final de su remontada con un putt de seis metros. Demostró que sigue con ganas de más.
El viernes habló con Golf Channel y entregó una de sus claves: “Estoy muy enfocado pegar mis tiros y en divertirme dentro de la cancha como vengo haciendo. Lo estoy pasando muy bien y espero pasarlo mejor”. El chileno disfruta, sin importar que las cosas se pongan difíciles. Escuchar declaraciones como esas, explican también por qué es un especialista en apagar incendios. Cuando más complicado parece, es cuando mejor juega. Con esa mentalidad saldrá mañana a jugar el último día. Mientras queden golpes lo seguirá intentando, pasándola bien y cautivando al mundo del golf.