La historia de Colo Colo está marcada a fuego por el apellido Caszely. El nacido el 5 de julio de 1950 se transformó no sólo es el goleador histórico del Cacique, sino también uno de sus máximos ídolos.

Por eso, la fanaticada alba se emocionó el fin de semana pasado, cuando nuevamente el apellido se hizo grande con la camiseta alba al convertirle a Universidad de Chile. Franco Garrido Caszely, el nieto de Carlos Humberto, le marcó un gol clave en la victoria del Cacique sobre su clásico rival y ayudó para que su oncena siga con vida en la Copa Futuro.

“Franco es un muy buen chico, que está haciendo sus primeras armas en el fútbol formativo y que tiene las condiciones para seguir evolucionando. Es muy voluntarioso y hace goles. El tiempo dirá si puede avanzar en el club como el resto de los chicos”, lo describe -en entrevista con RedGol- uno de los entrenadores de las divisiones menores, Hugo González.

Durante este semestre ya celebró en once oportunidades y si bien en el Superclásico no fue titular, su ingreso marcó un antes y un después en el encuentro, ya que marcó el empate a dos y luego Colo Colo lo dio vuelta y abrochó su paso a semifinales.

Es delantero, pero totalmente diferente a su abuelo. Se maneja de otra forma, porque él es Franco Garrido, no Carlos Caszely. No podemos compararlos”, advierte González. La razón es que nadie quiere que el peso de la comparación afecte al chico que ya lleva varios años en el club y que ha superado diferentes barreras a lo largo de este tiempo.

“Tiene bastante bastante tiempo en Colo Colo (llegó a los 8 años) y ha ido evolucionando en todas las series por méritos propios, no por el apellido. Se ha ganado su lugar en la categoría. Es todo mérito de Franco”, insiste el exdefensa.

Pero el hombre sabe que es imposible, sobre todo para las personas que aman al conjunto popular, no pensar que un nuevo Rey del Metro Cuadrado se está formando en Macul. Pero por lo mismo, intenta poner paños fríos. Un poco de paciencia para que el talento del quinceañero explote y cree su propia historia en la institución que su abuelo supo llevar a la gloria.

Se generan expectativas y muchas veces no son la realidad. A Franco le queda todavía un proceso de cuatro o cinco años más. Apenas está jugando en la Sub15 y hay que esperar”, concluye el adiestrador.

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