Las Finales de la NBA comienzan este jueves con un gigante como personaje principal. Con el trofeo Magic Johnson bajo el brazo, unos playoffs históricos y la confianza por las nubes tras barrer a los Lakers, Nikola Jokic sabe que este es el año para darle a Denver Nuggets su primer anillo. Solo lo separan cuatro victorias y los Miami Heat.

Un premio que se ha resistido por 56 años para los de Colorado, pero que nunca había estado tan cerca y es que el Joker los ha llevado a sus primeras finales de NBA gracias un trabajo individual de MVP (aunque precisamente este año no se llevó el reconocimiento tras dos temporadas ganándolo) durante el todo el año. En sus 69 partidos de la temporada regular promedió 24.5 puntos, 11.8 rebotes y 9.8 asistencias en 69 juegos disputados. Para la postemporada lleva un promedio de 29.9 puntos, 13.3 rebotes y 10.3 asistencias en 15 partidos.

Números estratosféricos que incluso lo llevaron a convertirse en el jugador con más triple-dobles (cifras de dos dígitos en puntos, asistencias y rebotes en un partido) en unos mismos playoffs de la NBA. Logró aquello en ocho juegos, dos en primera ronda ante Minnesota, tres en la llave de semifinales ante Phoenix Suns y otros tres en la final del Oeste frente a los Lakers. Atrás quedó la marca de siete juegos que consiguió Wilt Chamberlain en 1967.

Pero no todo ha sido glamur y portadas para el europeo. De hecho, su llegada a la liga pasó tan desapercibida que al ser seleccionado por los Nuggets en el puesto 41 de la segunda ronda del Draft de 2014, la transmisión oficial de la ceremonia pasaba un comercial televisado de Taco Bell. Nueve años después es dos veces MVP de temporada regular, MVP de las Finales del Oeste, cinco veces All-Star y tres veces Mejor Quinteto de la liga.

Nada mal para un gigante de 2,13 metros que juega de pívot y vive en la era del triple. De hecho, no son pocos los equipos que tras su explosión han ido buscando jugadores de sus cualidades. Tipos que pueden jugar en la pintura, pero que no tienen problema para salir de ellas y distribuir el juego. Una prueba de aquello es Alperen Şengün, turco de 20 años que llegó a Houston en 2021.

Tal ha sido el impacto del nacido en Sombor, que el mismo LeBron James se deshizo en elogios por su trabajo en estos playoffs. “Estábamos hablando en el vestuario con Davis y llegamos a la conclusión de que son uno de los mejores equipos al que nos hemos enfrentado en los últimos cuatro años. Tienen inteligencia, tiradores, profundidad de banquillo, son inteligentes... Y claro, un jugador como el Joker. No puedes hacer errores con él, e incluso cuando lo defiendes bien, se pone el balón detrás de la cabeza como Larry Bird y consigue meterla. Lo ha hecho varias veces en esta serie, solamente puedes hacer así (se quita la gorra como señal de reverencia)”, expuso el cuatro veces campeón de la NBA.

En la misma rueda de prensa, realizada después del 4-0 de Denver, le preguntaron a LeBron si estaba sorprendido por el nivel del gigante europeo. Su respuesta evidencia la magnitud de lo visto en esta postemporada.

“De ninguna manera, se lo genial que es. Ciertos tipos en esta liga juegan el juego de cierta manera. Una cierta manera de la que también me gusta jugar. Y él es uno de esos. Es uno de esos jugadores con los que siempre estás desbalanceado cuando lo defiendes por su capacidad para anotar, rebotear, tirar. Ve las jugadas antes que sucedan. No hay muchos tipos así en nuestra liga. Así que yo sabía que iba ante una bestia una vez que la serie empezó. Y no solo sobre su juego. Todo el mundo alucina con sus estadísticas. Pero no hay mucha gente que hable de esta parte (apunta a la cabeza con su dedo) de su juego. Tal vez no se habla mucho porque muchos no la entienden, pero yo sí y él es especial”, declaró.