En el calendario del Mundial de Qatar, si había un partido marcado con destacador era el de España y Alemania. Dos campeones del mundo, frente a frente de manera prematura, en la fase de grupos. El duelo entre hispanos y germanos ya generaba expectativa después del sorteo. Sin embargo, tras la primera jornada, el cotejo se hizo aun más interesante. En Al Khor, brindaron un partidazo, digno de una semifinal o final. Un empate 1-1 que fue un regalo en medio de la Copa del Mundo.

El arranque de ambos en la Copa del Mundo fue abismalmente distinto. El encuentro de dos potencias contrapuestas. España fue arrollador ante Costa Rica, exhibiendo lo mejor de su repertorio, registrando más de mil pases. Por su parte, Alemania decepcionó, cayendo ante Japón, que le dio vuelta el partido y concretar un batacazo. El morbo del juego, además, significaba que la Roja europea podía dejar eliminados a los teutones, si se daban un par de resultados. Pero Alemania tuvo alivio antes de saltar a la cancha, gracias al triunfo de Costa Rica sobre los japoneses. Por lo tanto, ni una eventual derrota ante los hispanos dejaba fuera al equipo de Hansi Flick.

El ex DT del Bayern Múnich movió su estructura. Pobló el mediocampo, poniendo más adelante a Gündogan (que no se separó de Sergio Busquets), con el fin de evitar el dominio posicional de España. Con la salida de Kai Havertz, fue Thomas Müller la referencia ofensiva. Mientras tanto, Luis Enrique apostó por el mismo planteo que le trajo suculentos dividendos ante los ticos, con la única modificación de Carvajal por Azpilicueta como lateral derecho.

El primer remezón del partido ocurrió en los siete minutos, con un terrible remate de Dani Olmo que da en el travesaño. Manuel Neuer alcanza a rozar el balón. Con el desarrollo del partido, se marcaron las diferencias de estilo. Por un lado, España y la circulación de pelota. Luis Enrique no negocia ni claudica en su estilo. Por el otro lado del campo, Alemania era más vertical. Cuando se imponía en el medio, incomodó al área ibérica y a un meta Unai Simón que mostró cierta displicencia en momentos puntuales.

Se trató de un duelo con ritmo, muy disputado, en el que las licencias no estaban permitidas. En los 33′. Marco Asensio, quien se ubica en posición de 9 aunque no lo es, se perdió la apertura del marcador. Los de camiseta roja estuvieron más cerca, en el marco de un enfrentamiento intenso y sin un dominador neto. En los 39′, un cabezazo de Rüdiger pone el primero para los alemanes. Sin embargo, el tanto se anula por posición de adelanto.

Considerando la caída de Japón, el punto no era tan malo para Alemania, toda vez que le queda enfrentarse a Costa Rica. Hacia el complemento, los de Flick fueron a presionar arriba, ante el riesgo que corría España en salir jugando por abajo desde su área. La salida desde Unai Simón no está en discusión para los hispanos (está en el libreto de su entrenador, el ADN del Barcelona).

Álvaro Morata, el único 9 natural que tiene España en su nómina, entró en el segundo periodo y fue protagonista. En los 62 minutos, el delantero del Atlético de Madrid abre la cuenta, conectando luego de un preciso centro bajo de Jordi Alba. Morata anticipa al espigado Süle y bate a Neuer. Golpe para Alemania. Lo sintió un poco.

Pese al panorama sombrío, nunca hay que dar por muerta a la selección germana. Quizás no muestra su mejor imagen, puede no demostrar su cartel de favorito, sin embargo su capacidad de lucha está intacta. El ingreso de Leroy Sané, a media máquina, ayudó para ser más profundo en ofensiva. El jugador del Bayern contribuyó a encontrar el empate, a siete del final, obra de Niclas Füllkrug. Un ariete de la “vieja escuela” (un centrodelantero clásico) le dio una vida más a una potencia que se resiste a irse de Qatar tan temprano.

Entonces, el panorama del grupo E está abierto. España lidera con cuatro puntos, secundados por Japón y Costa Rica. Alemania está último, con una unidad, aunque puede clasificar en la siguiente jornada. Tiene que vencer a los ticos y que los nipones no derroten a los hispanos.

España 1: U. Simón; D. Carvajal, Rodri, A. Laporte, Jordi Alba (82′, A. Balde); Gavi (66′, N. Williams), S. Busquets, Pedri; F. Torres (54′, A. Morata), M. Asensio (66′, Koke) y D. Olmo. DT: Luis Enrique.

Alemania 1: M. Neuer; T. Kehrer (70′, L. Klostermann), N. Süle, A. Rüdiger, D. Raum (87′, N. Schlotterbeck); J. Kimmich, L. Goretzka; S. Gnabry (84′, J. Hofmann), I. Gündogan (70′, L. Sané), J. Musiala; y T. Müller (70′, N. Füllkrug). DT: H. Flick.

Goles: 1-0, 62′, Morata, conecta tras centro bajo de Jordi Alba; 1-1, 83′, Füllkrug, define con un remate fuerte

Árbitro: D. Makkelie (P. Bajos). Amonestó a Busquets (ESP); Kehrer, Goretzka, Kimmich (ALE).

Estadio Al Bayt, Al Khor. Asistieron 68.895 personas.