No hubo milagro: el monólogo de River Plate no alcanza para sacar a Atlético Mineiro de la final de la Copa Libertadores
El equipo dirigido por Marcelo Gallardo no logró derribar la muralla que le pusieron los brasileños y fue eliminado del torneo continental.
Era casi imposible. Aunque las motivaciones eran contundentes: el estadio Monumental convertido en una caldera y la posibilidad de jugar la gran final de la Copa Libertadores en el recinto de Avellaneda.
Sin embargo, al frente tenían a Atlético Mineiro y un resultado adverso en la ida: 3-0. Y aunque el equipo dirigido por Marcelo Gallardo salió a buscar el milagro, con un espectáculo pirotécnico de la barra argentina impresionante, no logró derrumbar la muralla de los brasileños.
Y eso que el chileno Paulo Díaz tuvo la primera chance de abrir la cuenta con un cabezazo, en el minuto cuatro, pero el portero Everson controló de manera segura. Dos minutos después, el exalbo Pablo Solari se lo perdió en el área chica, cuando su remate se fue elevado.
Los transandinos presionaban y los brasileños no podían salir de su campo. Pero tal como lo adelantó Gallardo, su goleador -Miguel Borja- anda con la pólvora mojada y desperdició dos chances claras. Y fue Germán Pezzella el que levantó a los espectadores de sus asientos con un cabezazo (27′).
Facundo Colidio lo tuvo a los 33′, y a los 36′ llegó por primera vez Atlético: Deyverson aprovechó una falla garrafal de la última línea millonaria y entró solo. Mas, Franco Armani estuvo notable en el achique y se quedó con el balón. Fueron las últimas jugadas peligrosas del primer tiempo.
La resistencia
En el segundo tiempo parecía que seguiría todo igual, pero apareció el conjunto de Belo Horizonte y primero el horizontal (tiro de Scarpa) y luego Armani salvaron al conjunto local de un gol que sellaba la llave.
Aquella jugada fue un revulsivo para Gallardo. El adiestrador de los anfitriones metió tres cambios (56′) y uno de ellos tuvo la apertura de la cuenta: Claudio Echeverri ingresó solo al área, pero falló en la última gambeta y Everson ahogó el grito sagrado (60′).
Párrafo aparte merece Solari. El joven delantero -que fue uno de los reemplazados- jugó un correcto partido. muchas veces poco asistido en la banda derecha, pero sus centros provocaron varias llegadas de preocupación para la zaga brasileña.
Tras ello, vinieron dos claras. Echeverri a los 71′ logró otro lucimiento de Everson y Armani hizo lo mismo tras un cañonazo de Rubens (73′). Acto seguido varios tiros de esquina y nerviosismo. El tiempo era el peor enemigo de los argentinos y el gol no llegaba.
Lo que sí sucedió fue el ingreso de Eduardo Vargas al campo de juego. El delantero de la Roja reemplazó a Guilherme Arana y jugó los últimos minutos del compromiso. Los mismos donde la barra de River se volvió a lucir con cánticos y el equipo buscó al menos el triunfo. No obstante el cerco no se derrumbó y los brasileños inscribieron su nombre en la final de la Copa Libertadores.
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