No es un juego de niños
Recién a los 30 años los atletas comienzan a mirar a los 42 kilómetros. La elite joven prefiere las carreras más cortas; aún no mira la prueba como suya.
Mirando entre los atletas federados inscritos para correr el Maratón de Santiago, no es sencillo encontrar menores de 30 años. No es un misterio que los 42 kilómetros, por antonomasia, es una prueba para mayores, por eso es que en el EMDS 2018 estarán cargados a los 30 años y más.
"El maratón es muy duro, necesita una rigurosa preparación. Los atletas de buen nivel preparan dos maratones al año. La edad promedio de los corredores es sobre los 25 años. La mayoría llega al atletismo a los 15; entonces pasan por 10 años de pista para recién pensar en dedicarse al maratón", explica Mario Rodríguez, encargado técnico de fondo y mediofondo de la Fedachi.
Correr un maratón en menos de 2 horas y 20 minutos -que es el tiempo mínimo ideal al que se exige a un atleta semiprofesional- necesita de un extenuante entrenamiento durante meses de acumulación de kilómetros, ritmos de carrera, pista y asfalto. Y no todos, sobre todo los más jóvenes, están dispuestos a sortear con ello.
"El camino tradicional es que los atletas vayan quemando etapas. Los deportistas adquieren cierta madurez deportiva y humana. Hay excepciones, pero la mayoría, los grandes maratonistas, han tenido un paso de buenos rendimientos en los cinco mil y 10 mil metros. Por ejemplo, Omar Aguilar hizo su récord en el maratón muy cerca de los 30 años, pero tuvo sus otros récords más joven. Ahí se aprecia claramente como fue quemando etapas", añade Rodríguez.
En la actualidad, el ejemplo es el multicampeón olímpico y mundial Mo Farah, quien en los Mundiales de Atletismo pasado confirmó su decisión de pasarse a la más larga distancia. Para esta edición, según los datos entregados por el EMDS, sólo Daniala Demarco será la chilena federada que correrá los 42 kilómetros.
Víctor Aravena, fondista de 28 años, tricampeón sudamericano en los 5.000 metros, se pasó al maratón para estar en Río 2016. Sólo corrió la prueba dos veces: cuando clasificó y cuando compitió. "El maratón es para contar los años de vida en el atletismo. Yo corrí dos maratones y de inmediato tuve problemas en los tendones. No tenía un fisiólogo que me corrigiera posturas o todo eso, entonces te mata", confiesa.
Según los datos de la organización, de los 6.605 inscritos para los 42k, el grueso de ellos estará puesto entre los 30 y 45 años de edad. De hecho, sólo en estas tres categorías se albergan a 3.598 corredores, es decir, el 54,5% del total de participantes.
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