El primer partido de la jornada de viernes por las Eliminatorias Sudamericanas fue un empate en blanco. En el Estadio Centenario de Montevideo, Uruguay y Paraguay igualaron sin goles. El partido era importante para los pupilos de Marcelo Bielsa no solo por volver a la actividad oficial, sino que también por la despedida a uno de sus más grandes exponentes: Luis Suárez.
El Pistolero, quien atraviesa las postrimerías de su carrera deportiva en el Inter Miami (junto a su amigo Lionel Messi), anunció en conferencia de prensa que cerrará su ciclo en la selección ante la Albirroja. Con su titularidad este viernes, llegó a 143 partidos, desde su debut el 7 de febrero de 2007 (ante Colombia), con 69 goles en la cuenta. Usando la jineta de capitán, el público charrúa fue al Centenario para darle un cálido adiós.
Bielsa tuvo inconvenientes para formar a su escuadra debido a las numerosas bajas que tenía Uruguay, sobre todo por las sanciones de la Conmebol a raíz de los incidentes sucedidos en el choque ante los colombianos, en la Copa América de Estados Unidos. Darwin Núñez, Rodrigo Bentancur, Mathías Olivera, Ronald Araújo y José María Giménez estaban descartados por suspensiones. El ariete del Liverpool recibió el castigo más fuerte, con cinco partidos. Precisamente, Suárez ocupó su lugar como centrodelantero.
Paraguay, uno de los rivales directos de Chile en la pelea por el sexto cupo y el repechaje rumbo a la Copa del Mundo, tenía como gran novedad el debut de Gustavo Alfaro. El DT argentino rescindió anticipadamente con Costa Rica para asumir al combinado guaraní, en lugar del saliente Daniel Garnero. Para los intereses de la Roja, que tiene la calculadora en la mano de cara a 2026, era conveniente una victoria uruguaya.
Las importantes ausencias le pesaron al equipo de Bielsa. Uruguay no pudo fluir como en actuaciones anteriores. Además, Paraguay, que cuenta con buenos jugadores pero que no es un cuadro que apueste por el lirismo, se las ingenió para complicar al rival y acercarse a la portería de Sergio Rochet. De hecho, la visita tuvo un par de opciones clara para abrir la cuenta durante el primer tiempo. En los 13′, un remate de Julio Enciso se fue desviado por poco. Y en los 31′, Miguel Almirón falló increíblemente un mano a mano. El achique de Rochet fue notable para evitar el 1-0 albirrojo.
Si bien el manejo del balón le correspondía principalmente a los uruguayos, la verticalidad que pregona el Loco se notó a cuentagotas. La única ocasión creada durante los 45′ iniciales fue una pirueta de Suárez, impactando la pelota y ésta da en un poste del golero Roberto Fernández.
Tanto Facundo Pellistri, por la derecha, y Maxi Araújo, por la izquierda, no pudieron desequilibrar ante la férrea defensa paraguaya, que contó con la vuelta de Gustavo Gómez al once estelar. La ausencia de Nicolás De la Cruz en el medio le pesó a la Celeste, para aportar claridad en la construcción ofensiva.
La Celeste de Bielsa empujó en el segundo lapso, para tratar de encontrar espacios y así vulnerar a un Paraguay que estaba haciendo un negocio redondo en el debut de Alfaro: sacar un punto en Montevideo y con el arco en cero. En los 73′, un remate de Rodríguez obligó la intervención del ‘Gatito’ Fernández. Y poco más. Suárez se mantuvo en la cancha e intervino poco en acción. Terminó siendo amonestado por entreverarse con un rival.
La Albirroja saca un punto importante como visita y llega a las 6 unidades, una más que Chile. La próxima presentación será ante Brasil, en Asunción. La Celeste está más cómoda, con 14 puntos, en zona de clasificación.