Este miércoles se llevó a cabo la última jornada del juicio en contra de Dani Alves por una presunta violación a una joven de 23 años en el baño de la discoteca Sutton de Barcelona a fines de diciembre del 2022, motivo por el que arriesga una pena de hasta 12 años de cárcel. En total fueron 28 los testigos que prestaron declaraciones tanto por el lado de la demandante como del acusado, entre las que se encontraba Joana Sanz, esposa del exfutbolista. Para esta ocasión, la expectación era aún mayor, pues era el turno para que Alves prestara declaración, ante la duda si cambiaba nuevamente su versión de los hechos.
La primera en declarar fue la doctora que atendió a la víctima luego de su salida de la discoteca en el Hospital Clínic. La profesional no hizo más que ratificar el informe previo y ninguna de las tres partes hizo preguntas (demandante, fiscalía y defensa).
Posterior fue el turno de los cinco forenses que llevaron a cabo peritajes sobre la supuesta víctima. En primer lugar se refirieron al estado psicológico de la mujer al momento de hacerle los estudios. “Cuando llegó estaba con un sentimiento de miedo. Con cierta tensión, había lágrimas cuando relataba lo ocurrido, pero se veía una chica coherente y educada y que explicaba las cosas tal como las había vivido”, aseguraron. Sin embargo, dieron a entender que presentan dudas respecto a la herida que la víctima presenta en la rodilla, pues lo normal que “se produzcan contusiones a nivel de ambas rodillas. Estamos ante una lesión lateral, en el lado externo de la rodilla. Podría haber sido contra una superficie rugosa que hubiera impacto”.
Luego salió a prestar declaración la doctora Mateu, psicóloga forense que entrevistó a la joven luego de esta fuese derivada para hacer un estudio psicológico completo. “No teníamos ningún indicador de que la persona estuviera refiriéndose a una situación exagerada o simulando”. Posteriormente le dio la razón a la víctima y entregó su diagnóstico. “Se indican una serie de síntomas que tienen concordancia a lo que se refirió la propia persona en el momento de la entrevista. Estábamos ante un cuadro postraumático”.
Blanca Navarro, psiquiatra de la defensa de Alves, cuestionó la manera en que Mateu llevó a cabo en análisis psicológico. “Pude escuchar una entrevista dirigida a cuestiones absolutamente superficiales. Se mantuvo la línea roja de que no vamos a explorar nada de lo que sucedió. Se hubiera podido profundizar más y las conclusiones tienen algunas lagunas”.
Una de las acusaciones más graves, vino por parte de un forense por parte de la defensa. “La ausencia de ni siquiera una tumefacción (hinchazón en la zona íntima) a mí me hace pensar que el coito no fue tan traumático”. Luego hizo mención al estado de ebriedad de Alves. “La intoxicación alcohólica de Alves nos puede llevar a pensar que ha habido una afectación importante”. Esto último ha sido la tónica por parte de la defensa, pues podría ayudar a reducir la sentencia final.
Posterior a dichas declaraciones se mostraron a los presentes una serie de videos sobre los hechos, a los cuales no tuvieron acceso los medios de comunicación.
Declaración de Alves
Al fin, tras horas de espera, fue el turno de Dani Alves para declarar. Comenzó comentando que a eso de las 14:30 horas se junto a comer con tres amigos, pero que se dejaron llevar por beber vino y whisky japonés, por esa razón la jornada terminó extendiéndose hasta las 1 de la madrugada. Posterior a ello salieron en dirección a bar Nuba en Barcelona, donde bebieron una ronda de gintonics. Aseguró que cuando terminaron salieron en dirección a la discoteca Sutton (donde supuestamente ocurrió la agresión sexual), lugar al que llegaron a eso de las 2:30 AM.
Según el ex futbolista, se instalaron en la mesa seis porque era la más cercana al baño. Luego de estar bailando con su amigo Bruno, según él se les acerco la denunciante y sus amigas. “No estaban incómodas, para nada. Llegaron, nos empezaron a saludar. Empezó una conversación, nos movíamos, hablamos unos con otros. Soy una persona muy cercana, pero con respeto”.
Luego de estar bailando un rato, el lateral admitió haberla invitado al baño y que ella supuestamente aceptó sin problemas. “Le avisé que yo iba primero al baño y me quedé un rato esperando, pensando que no iba a venir, que no quería. Y cuando abrí la puerta prácticamente me di con ella en la puerta”. Aseguró además que efectivamente hubo una relación sexual consensuada entre ambos.
Posterior a ello negó las acusaciones de supuestas agresiones físicas hacía la presunta víctima. “No la abofeteé, ni la tiré al suelo. No soy un hombre violento. No me dijo que no quería practicar sexo. En ningún momento ella me dijo que no quería ni nada”, para posteriormente romper en llanto. Terminó su relato asegurando que llegó en completo estado de ebriedad a su hogar, lo que coincide con lo declarado por su esposa.
Fiscalía
Luego de Alves fue el turno de la Fiscalía, quienes dejaron atrás las dudas planteadas por los forenses en relación a la herida en la rodilla de la víctima. “La lesión de la rodilla coincide con su versión. Han dejado muy claro que requiere de un mínimo impacto por el tipo de lesión que examinó el forense, tanto en el Hospital Clínic como por la cicatriz”.
Continúan enfatizando en el diagnóstico entregado por la psicóloga forense. “Queda plenamente acreditado que sufre estrés postraumático. El hecho de que no decida tomarse una medicación o que podía solventarlo sin necesidad de médicos... A día de hoy acude a un psiquiatra”. Enfatizaron nuevamente en el descubrimiento de las huellas dactilares de Alves en la mujer.
“Le dieron igual sus súplicas. La agarró del suelo, la lanzó al suelo, le tuvo que dar varias bofetadas. Difícilmente puede haber una confusión en esa situación… Ella no iba con la intención de tener ninguna relación sexual con él”, agregaron.
Cerraron su declaración con un potente mensaje. “Este asunto, estos hechos, no son merecedores de una pena mínima”.