“No se asusten, volvió el King”. Con esta frase, el pasado 4 de septiembre, Arturo Vidal daba muestras de su evolución física tras superar la lesión que lo tuvo marginado cerca de tres semanas. Casi 13 días después, el Rey abandona la cancha en los 78′ y el estadio Monumental se viene abajo. La ovación de los hinchas de Colo Colo premia el partidazo que acaba de cumplir el Rey. Como en sus mejores tiempos, cuando semana a semana competía entre los mejores del mundo y se hacía notar, el mediocampista acababa de regalar una exhibición de protagonismo, despliegue y una exquisitez técnica que permitió una de las situaciones notables del duelo: el gol de Carlos Palacios, que lleva a los albos a Buenos Aires con vida en la pelea por el cupo en las semifinales de la Copa Libertadores.
El reconocimiento se extiende a los análisis. Locales e internacionales. De su exuberante personalidad, no hay dudas. Dará una muestra poco después, cuando comparará su palmarés personal con el de todo el plantel millonario, aunque acotaría el parangón horas después. Lo más valioso, sin embargo, es el nivel que sigue mostrando en una fase avanzada de su carrera. A los 37 años, el Rey luce en su plenitud física, una condición que cada cierto rato exhibe en sus redes sociales, donde muestra la intensa preparación paralela que desarrolla, precisamente, para mantenerse en la elite. El volante utiliza todos los recursos técnicos disponibles y, por cierto, hace rato, cuenta con una valiosa asesoría. No hay detalle alguno al azar.
Contención y experiencia
Juan Ramírez es, hace varios años, el preparador físico personal del Rey. En esa condición, conoce mejor que nadie cada uno de los pasos que ha dado Vidal para volver a mostrar su mejor forma. Varios de ellos los ha guiado desde su función profesional. Sin embargo, sorpresivamente, su análisis le resta trascendencia a la variable que maneja a la hora de explicar cómo Vidal es capaz de lucir una condición cercana a su propio ideal en una edad avanzada para un deportista de alto rendimiento y después de haber sufrido lesiones.
“Hay un elemento que es el más importante, que tiene relación con que tuvo que contener las ganas de jugar, cosa que a él le cuesta más que nada. Fue lo más importante, aguantar las ganas de estar en los partidos que jugó Colo Colo. El resto, es la preparación que siempre ha hecho: doble turno, recuperación adecuada. Siempre igual a como llega a los partidos. La diferencia es que pudo contener esas ganas de jugar”, explica el profesional. La alusión responde a la rehabilitación posterior a la dolencia que sufrió en el calentamiento en el duelo de ida ante Junior. “Arturo llegó a los partidos muy forzado. Nosotros queríamos que él esté, él también quería estar, los compañeros que estuviera. Después de ese partido (calentamiento previo vs Junior) le hicimos un parate para que se pueda recuperar y para que se haga fisioterapia”, declaró, entonces, Jorge Almirón.
La disposición fue consensuada, también, entre Vidal y Ramírez. “Lo hablamos, lo mejor era contener las ganas de estar, no apresurar la recuperación. Eso se notó. Llegó fresco”, valora.
El preparador físico profundiza. “Lo que pasa es que hay dos temas Está el tema físico, que tiene relación con el tema salud. Si se siente bien, va a rendir, porque siempre está preparado. Hoy no tiene 25 años, pero tiene mayor manejo de los tiempos los espacios. Sigue teniendo volumen de carrera, aceleración y desaceleración, despliegue. Va a rendir siempre bien estando en plenitud. Después, hay un tema que tiene que ver con la voluntad, la motivación extra, las ganas de mostrarse, de que la gente vea a ese Arturo que vio por muchos años por la televisión. El que se vio ante River tiene que ver con ese Arturo. El entorno, el partido, le generan un mayor motivación”, sostiene.
La máscara ‘superpoderosa’
Vidal ha enfocado su trabajo a conseguir el mejor rendimiento posible al servicio de Colo Colo. Por ejemplo, en las sesiones adicionales que realiza a los trabajos con los albos, ha privilegiado la carga aeróbica, en desmedro de los trabajos de fuerza. El trabajo muscula ha cedido importancia en relación al que busca mejorar la resistencia y la recuperación.
En esa línea, hay un elemento llamativo: el exvolante del Barcelona, la Juventus y el Bayern Múnich ha vuelto a utilizar una máscara que limita el consumo de oxígeno. “Volvió a trabajar con la máscara que restringe un poco el tema aeróbico”, detalla Ramírez antes de hacer una precisión. “No está comprobado el efecto, pero le sirve. Restringe un poco el aire, pero científicamente no tiene ningún respaldo. El valor hay que encontrárselo desde lo emocional. Cuando se entrena en base a eso, genera un impacto: hay que sobreponerse a trabajar con restricción de aire. A él lo sobreexige y eso es lo que se busca. Entonces, lo que se pretende con la máscara es que se fortalezca emocionalmente. Va más de lo emocional, que desde lo físico. Por eso se la permito”, establece.
“Puede tener un impacto fisiológico. Ya la ha ocupado muchos años”, plantea el PF, a modo de apertura. Sin embargo, su enfoque prioritario es otro. “A él le sostiene más desde lo emocional. Son cosas que le autoexigen de manera muy fuerte”, insiste Ramírez. Irremediablemente, en todo caso, vuelve a su interpretación inicial. “Lo más importante es que se dio el tiempo”, sentencia.