A Colo Colo le duele la ausencia de Esteban Paredes. Resiente su falta, se resquebraja ante la privación de su delantero estrella. Cuando Paredes no está, los albos no saben de victorias. Los tres puntos se les escapan y la justa e insoslayable pregunta de siempre vuelve a surgir: ¿el éxito de Colo Colo depende de un ariete de 38 años? Los datos parecen confirmarlo.
La U. de Concepción dio cuenta del Cacique sin el 7 en cancha. También La Calera, lo mismo Iquique. Ayer el infortunio parecía detenerse gracias a un Antofagasta dormido y a la figura desequilibrante del joven Iván Morales, único sub 20 de Macul que anota en la temporada. Al final nada cambió: la derrota llegó de la manera más dolorosa.
El cambio en la actitud de Morales, su cuidado personal, su preparación física externa con la que complemente los entrenamientos; no obtuvo la recompensa mayor, la victoria. A su lado Lucas Barrios cuajó otra fecha decepcionante, lo que convierte a Paredes en el jugador imprescindible para Colo Colo. Cada vez más.