¿Por qué no viene Montillo a la U? La trastienda del fallido retorno del volante al cuadro azul

La Universidad de Chile atraviesa un atribulado momento y, luego de trece jornadas del Torneo Nacional, los estudiantiles comparten el último lugar de la tabla con Cobresal, y se mantienen por tanto en zona de descenso directo. Por lo mismo, el próximo receso de la competencia (que se inicia este domingo) surge como una etapa clave para el club laico, pues tendrá la posibilidad de reforzarse y sumar jerarquía a su plantel para enfrentar la segunda mitad del año, donde deberá bregar por mantener la categoría. En ese contexto, el posible arribo del argentino Walter Montillo a la U surgía como una buena posibilidad para sumar experiencia y fútbol, sin embargo el arribo del volante no pasará de una truncada intención directiva.

El mediocampista de 35 años, actualmente figura de Tigre y del fútbol transandino, fue contactado por la dirigencia de Azul azul, no obstante la intenciones de ambas partes no son compatibles.

El deportista manifestó su público anhelo de volver a jugar con la camiseta de la U, sin embargo desde la directiva laica le pidieron un par de semanas para acercar posturas y cerrar la negociación. Y es que para sumar a Montillo, o a cualquier otro jugador extranjero, en el CDA deben determinar qué hacer con los foráneos que ya tiene en su equipo, que actualmente son seis (Rodríguez, Vittor, Aveldaño, Oroz y Torres, entre los inscritos, además de Zacaría, que sigue en el plantel y podría incorporarse en el segundo semestre).

Sergio Vargas, que lideró el acercamiento con el mediocampista, le pidió encarecidamente a Sergio Irigoitia, agente del jugador, que aguardara un par de semanas para hacerle un espacio en el equipo (el candidato principal a salir, cuentan en La Cisterna, es el panameño Torres). Sin embargo, el empresario fue enfático para desestimar la posibilidad, pues la intención del habilidoso volante es asegurar cuanto antes su futuro.

En el CDA saben que el tema de los extranjeros en el plantel será un obstáculo a la hora de ir a buscar fichajes de otras nacionalidades de cara al segundo semestre. Y tienen claro que antes de firmar a alguno, debe tener arreglada la salida de uno de los cinco inscritos para este semestre y además llegar a una nueva solución con Zacaría, quien no fue considerado para esta parte del año. Firmar a un nuevo futbolista foráneo solamente agudizaría la situación, toda vez que le daría un alto poder de negociación al futbolista damnificado, entendiendo que de su exclusión dependerá la anotación del nuevo refuerzo. Por eso, a Montillo no pudieron cumplir la exigencia de una negociación inmediata. Y a partir de ahí todo quedó en nada.

Así lo explicó el propio jugador en sus redes sociales. "Me llamaron, pero la situación no es tan simple. En principio no hay cupo disponible para extranjeros y, de haberlo, sería más adelante", publicó. "Tengo una familia atrás y los tiempos nos corren. Mi señora está atravesando las últimas semanas de embarazo y los nenes cambiaron cuatro veces de escuela en los últimos dos años. Por eso necesito resolver mi futuro en breve", añadió. "Hoy necesitamos quedarnos en Argentina y el fútbol tiene poco que ver con la decisión", agregó igualmente, explicando que decidió privilegiar su estabilidad familiar.

La misma U le había cerrado las puertas al jugador a principio de año y el propio Ronald Fuentes, gerente deportivo por aquellos días, afirmó que no era opción por su avanzada edad. Esa situación quedó zanjada en este nuevo acercamiento y, de hecho, la experiencia del jugador es justamente lo que busca la actual directiva universitaria, que abandonó la idea de rejuvenecer al plantel y ahora busca jerarquía y recorrido para aferrarse a la Primera División. En ese contexto, a Montillo sabían que no debían aguantarlo un par de fecha. Sería titular enseguida.

"Qué quisiera más que ayudar a la U! Pero sinceramente, son momentos críticos del año en la logística familiar", escribió también Montillo, cuyo futuro, ya sea en Tigre o no, debe resolverse durante estos días. Y la U sigue en su búsqueda, intentando encontrar la jerarquía y la altura deportiva que tanto le han penado en los primeros cinco meses del año.