Colo Colo tenía un amistoso que serviría de preparación de cara al segundo semestre. Era un duelo ante Universitario de Perú, en lo que parecía ser una jornada tranquila. Sin embargo, fue todo lo contrario. El duelo estuvo marcado por los actos delictivos cometidos por hinchas, que tuvieron un desenlace fatal: la muerte de un fanático albo.
El suceso ocurrió en las inmediaciones del estadio Monumental, minutos antes de la hora pactada para el inicio del encuentro. La víctima fue golpeada y apuñalada en reiteradas ocasiones por un grupo de forofos, aparentemente del conjunto peruano, y fue trasladada a una clínica, aunque sin éxito.
Pero eso no fue todo, pues la violencia no se detuvo ahí. En el interior del recinto de Macul hubo enfrentamientos entre barristas. En el sector de Magallanes, galería donde se encontraban los hinchas de Magallanes, se lograron apreciar fanáticos de Universidad de Chile. Ahí, el conflicto se agudizó.
La disputa contó con el lanzamiento de fuegos de artificio y bombas ruido hacia el público visitante, lo que desató la preocupación y obligó a la suspensión del duelo por falta de garantías. El partido se detuvo e incluso se vieron involucrados los futbolistas y cuerpos médicos de ambas escuadras, que llegaron hasta la zona de los espectadores.
Ahí también ocurrió un hecho que puede tener consecuencias: la detención de un futbolista de Universitario. El argentino Diego Dorregaray, de 32 años, fue acusado de agredir a tres vigilantes privados, lo que significó la intervención de Carabineros y su posterior traslado a la 46a Comisaría de Macul, donde debió esperar la decisión respecto a un eventual control de detención. El transandino finalmente quedó con medidas cautelares. En detalle, quedó con prohibición de entrar al estadio Monumental y deberá fijar domicilio.
Múltiples reacciones
La grave situación provocó descargos de diferentes partes. El club peruano, por ejemplo, lamentó lo sucedido: “Consideramos que la vida de una persona está por encima de cualquier circunstancia. En tal sentido, manifestamos que nuestra delegación actuó para proteger a nuestros hinchas en peligro”, señalaron. También, apuntaron contra la barra del Cacique. “Lamentamos y rechazamos profundamente los hechos violentos provocados por la hinchada del equipo local”, continuaron.
Horas después, Jean Ferrari, presidente del cuadro incaico, criticó la seguridad del evento. “Lamentable el comportamiento de los hinchas de Colo Colo. Eso es lo que lamentamos. Nosotros vinimos a hacer un partido amistosos, de práctica y nos encontramos con hinchas que hicieron todo lo contrario a un partido de la naturaleza del que veníamos a disputar”, plantea, inicialmente, a El Deportivo.
La evaluación del directivo es lapidaria. “Hubo un mal accionar de la seguridad privada. Nos vamos mortificados”, insiste, poco antes de dejar Chile, después de solucionar el impasse que afectaba a Dorregaray.
La crítica hacia los albos es frontal. “La dirigencia de Colo Colo no se comportó a la altura. Me comuniqué con Mosa, pero en ningún momento hemos sentido apoyo ni presencia, como debió ser en todo momento. Prefiero, en realidad, dejarlo ahí. Les tiene que servir más a ellos que a nosotros, para que corrijan a su hinchada. Esto les va a traer más problemas. Ha pasado en la Copa Libertadores, también. A nivel local, acaban de reabrir un sector del estadio que les fue clausurado por problemas con los mismos hinchas”, agrega.
La queda no se quedará en el plano meramente testimonial. “Nosotros vamos a mandar un documento a Conmebol. Es lo que corresponde. Hemos estado expuestos a lo que la hinchada de Colo Colo hizo, con el riesgo que implica. Haremos algo por escrito. Lo que haga la Conmebol ya depende de ellos”, añade.
Ferrari revela que los contactos con la dirigencia de Colo Colo fueron mínimos, una realidad que le sorprende, considerando lo que se estila en este tipo de encuentros. “Estuve con Mosa en el palco y ahí tuve la oportunidad de conocerlo. Después de los incidentes, solo hubo una llamada telefónica. Nada más”, apunta.
Y, luego, diagnostica lo que considera un lío mayor. “Definitivamente, Colo Colo tiene un problema con la hinchada. Debe hacer correcciones de manera drástica e inmediata”, cierra.
Colo Colo se pronunció recién durante la mañana de este jueves. “Colo Colo lamenta profundamente el fallecimiento de uno de sus hinchas producto de un asalto en la vía pública, en la calle Mirador Azul aledaña al mall Florida Centeer, en las horas previas al partido. Extendemos nuestras condolencias a su familia, amigos y cercanos, acompañándolos en su dolor ante la dolorosa pérdida ocurrida en un hecho delictual condenable (...) Junto con ello, repudia los actos de violencia en el contexto del partido”, señalaron a través de un comunicado publicado en los canales oficiales del club.
Desde el club albo aseguran que se cumplió con toda “la normativa vigente” en materia de seguridad, la que fue “supervisada directamente por Carabineros”.
“Como institución, nos hemos puesto a disposición de la autoridad para colaborar en lo que sea necesario para esclarecer los actos constatados al interior del estadio (...) Haremos hincapié en avanzar de manera diligente en la individualización de los responsables y en que se aplique sobre ellos el máximo rigor de la ley”, indicaron.
El parte policial
La muerte del fanático albo se encuentra en investigación. El Fiscal de Flagrancia, Francisco Morales, declaró que están intentando ubicar a los culpables: “El ataque ocurrió alrededor de las 19.55 horas. El personal policial trasladó a la víctima a la clínica. De momento, no hay más lesionados, sólo la persona fallecida. Se está buscando la identidad y ubicación de los sujetos que perpetraron este mortal ataque”, consignó poco después del hecho.
No obstante, durante las últimas horas surgieron más detalles de lo ocurrido. El Deportivo pudo acceder al parte policial. El forofo fallecido fue identificado como Claudio Esteban Maldonado Gamboa, de 40 años. ¿El motivo de su muerte? Heridas por elementos corto punzantes.
El hecho ocurrió aproximadamente a las 19.45 horas del 26 de junio, en la calle Exequiel Fernández, al costado del mall Florida Center, en contexto de una riña. Hubo enfrentamientos entre dos hinchadas a las afueras del centro comercial y la víctima falleció tras ser agredido violentamente. Fue capturado por una serie de fanáticos y, mientras era golpeado con golpes de puños y pies, también fue apuñalado en múltiples oportunidades. Fue trasladado posteriormente a la clínica Bupa, donde se terminó de confirmar su deceso.