En el deporte chileno, no hay nadie que tenga más Juegos Olímpicos de invierno en el cuerpo que Noelle Barahona (27). Son cuatro y seguidos. El cuarto será oficial a partir de esta noche en Chile, mañana del lunes en Corea, cuando compita en la primera de sus cinco pruebas en el esquí alpino. En las horas previas, atiende a La Tercera.
¿Orgullosa de participar en sus cuartos Juegos?
El orgullo más grande que podía sentir era representar a Chile en uno; en dos ya era increíble; en tres, irreal; en cuatro, nunca me lo planteé ni imaginé. Estoy muy feliz de estar en el evento más importante del deporte, sobre todo representando a un país que amo tanto.
¿Cómo lo ha hecho para no bajar el rendimiento en doce años?
Como en todo, hay altos y bajos. Así como no he bajado el rendimiento, cada año aprendo cosas nuevas, voy madurando y poniéndole énfasis a pequeñas cosas. Eso es lo que me mantiene con ganas, aprendiendo y creciendo. Si todos los años fueran iguales, no sé si hubiese aguantado doce. Cada año es distinto y dinámico.
¿En qué nivel llega a Pyeongchang?
En lo físico, mental, de cuerpo y de salud, llego mejor que nunca. Si bien en estos cuatro años he tenido muchas lesiones pequeñas que han alterado mi planificación, siento que llego mucho mejor preparada, con experiencia y tranquilidad mental.
¿Cuáles son sus objetivos para este evento?
Son un poco abstractos. Acá, en el esquí sobre todo, es difícil decir un objetivo en cuanto a posiciones. Nos enfocamos más en objetivos técnicos, en esquiar de cierta manera. Porque si lo logramos, los resultados vienen solos. Y es un deporte donde eso es muy verdad. No tanto como el fútbol, donde hay mucha pelea, mucha garra. Esto es algo de tranquilidad mental, esquiar con conciencia. Porque la bajada dura un minuto y medio. Un error y se acaba todo. Mi objetico es hacer lo que vengo haciendo y sé hacer.
¿Qué ha aprendido de las experiencias anteriores que le pueda servir para estos Juegos?
Durante la estadía en Sochi aprendí que durante toda la estadía en la Villa Olímpica hay que comer comida cocida. Hay que tener mucho ojo con lo que comemos y tomamos durante estas tres semanas, porque la verdad que es otra cultura y otro tipo de comida. Además, anda un virus dando vueltas. En Rusia estuve las tres semanas enferma de la guata y no quiero repetir eso. Un poco más en lo deportivo, conocer a los rivales siempre ayuda a no quedar con la cola entre las piernas. Hay que estar consciente de que estamos a la par de nuestras ídolas y que acá cualquiera puede ganar. Es un megaevento.
¿Cómo recuerda esa primera experiencia en Turín, a los 15 años?
Tenía casi la misma edad que los años que han pasado. Me acuerdo bastante poco. Fue como un shock mental. Todo lo que dije en la respuesta anterior, ahí no aplicaba: no tenía experiencia en Copas del Mundo, competí contra diez mujeres de las que tenía posters en mi pieza. Eran mis ídolas y no podía creer que estaba ahí. Ahora es súper distinto. Pero esa experiencia no me la quita nadie, como todas.
¿En cuál de las cinco especialidades en que va a participar se siente más fuerte y cree que puede tener un buen resultado?
En Descenso. Lo bueno de esa prueba es que hago otras tres oficiales antes y eso te ayuda para ir probando la pista e ir agarrando confianza en las bajadas. Las mejores también cuentan con esa situación, pero ellas, entre sus bajadas de entrenamiento y la bajada que vale no llegan a tener tanta diferencia en confianza, porque ya la tienen. Yo puedo mejorar mucho entre la primera bajada de entrenamiento y la de la carrera, porque a mí me falta un poco de confianza. También me gusta mucho el Gigante, aunque no lo he entrenado mucho, porque es difícil preparar cinco disciplinas. Hay que tener mucho tiempo. Tenemos que priorizar. Eslalon, por ejemplo, yo no lo entreno y lo voy a correr acá. Le voy a poner todas las ganas y la actitud, pese a que no es mi fuerte. Mientras en más eventos pueda representar a Chile, mejor.
¿Cuál de sus tres presentaciones anteriores recuerda más positivamente?
Sochi. Mi preparación fue con Maui Gayme, el mismo entrenador que tengo ahora. Es muy bueno. Llegué esquiando mejor que nunca y con mejores resultados que nunca. Lo hice bastante bien. En el Gigante tuve una súper buena bajada antes de la última parte. En el Súper Gigante y el Descenso también. Confío cien por ciento en el trabajo que hago con Maui. Cambió completamente mi forma de esquiar.
¿Y la más negativa?
Ninguna. Fueron todas demasiado positivas. Fueron increíbles e inolvidables. La última fue la más positiva, pero no significa que las otras hayan sido negativas. Vancouver y Turin fueron hace más tiempo, así que las recuerdo menos, pero estoy muy agradecida de haber tenido esas posibilidades.
¿Qué le falta a los deportes de nieve en Chile?
A todos los deportes les falta apoyo en Chile. No es que las cosas se estén haciendo totalmente mal, pero creo que se podrían hacer un poco mejor. En el sentido que uno va aprendiendo a medida que van pasando las cosas. Los grandes hitos del deporte chileno son en deportes de verano. Por ende, tienen más apoyo que los deportes de invierno. Obviamente hay muchos más deportistas de verano que de invierno. Pero eso es también porque falta que nos ayuden con la difusión de nuestro deporte. Yo hablaba con el COCh, porque faltaban cien días para los Juegos y nadie decía nada. Mientras que en el Time Square se hacían megaeventos. Falta eso: que nos muestren en la televisión, ser un poco más visible. Con eso, se va dando a conocer de a poco.
Y para los que no conocen el esquí alpino. ¿Cómo se lo explicaría o seduciría hacia él?
Es muy parecido al descenso en bicicleta. En el sentido que se baja un cerro o una montaña, pero esquiando. Los esquís varían su tamaño según la modalidad. En la mayoría de las especialidades, hay que dar vuelta alrededor de unas banderas, que en el caso del Descenso son rojas. Hay que pasar por entremedio por una puerta interior y otra exterior, haciendo las trazas que arman las banderas. Ésa es la ruta más rápida. Los competidores pueden tomar la ruta que quieran, pero ésa es la más rápida. Lo importante es pasar por el lado establecido de la bandera.
¿Qué opinión tiene del resto de la delegación chilena?
A Claudia Salcedo la conozco hace poco, pero es un encanto de persona. Estoy feliz de que esté viviendo esto con nosotros. Al resto los conozco hace mucho tiempo y somos muy cercanos. Varios tienen unos logros increíbles. Estoy sumamente orgullosa de Henrik. En sus dos o tres años de carrera ha logrado ponerse entre los mejores del mundo. Ahora, con esta lesión que sacó hace un par de semanas, encuentro que es un deportista increíble. Un ejemplo a seguir. Los deportistas de Chile deberían mirarlo por su trabajo y perseverancia. La Domi Ohaco también. Este año fue la primera en representarnos en los X Games. Ha mejorado mucho en los últimos años y tiene unas agallas de hacer lo que hace. No es un deporte fácil, menos para una mujer. Y Yonathan Fernández tiene un régimen de entrenamiento increíble. Acá hay -20 grados y esquía seis horas al día, más que cualquiera de nosotros. Es un orgullo estar con estos cabros acá. Es un tremendo honor estar con ellos y los quiero muchísimo. Steph Joffroy y Kai Horwitz aún no llegan. Por eso no te hablo de ellos.
¿Cuál ha sido su mejor resultado en Juegos?
No estoy segura. Tendría que revisar. Pero es un número. Refleja algo, pero lo importante es vencerte a ti mismo. Para mí no es tan importante el número. Mucha gente comete el error de pensar que alguien es malo por no ganar. Todos acá estamos en unos Juegos Olímpicos. Lo difícil que es clasificar. Somos tres mil personas de los billones de habitantes en el mundo. Mi mejor resultado es estar donde estoy hoy, siendo la persona que soy hoy.
¿Además del esquí, qué hace por su vida?
Estudio Matemáticas y Estadísticas en la Universidad Católica. No trabajo. Juego futbol, hago crossfit, salgo con mis amigos, tengo un pololo que no sé cómo me aguanta, viajo con mi familia. Hartas cosas, pero el esquí consume mucho tiempo. Hacemos giras de siete u ocho meses al año. Consume mucho tiempo, pero cuando estoy en Chile, me gusta hacer lo que decía.