El más grande menos querido

Nole Djokovic

Cinco títulos de Wimbledon después y con bagaje individual favorable con ambos, Djokovic sigue sin alcanzar la dimensión mística de Federer o Nadal. Juega contra el público ante ellos.



Novak Djokovic derrocha simpatía. Mucha gente conoció primero las imitaciones que hacía de los tenistas top que la calidad que lo llevó a ser el número uno del tenis mundial. Arrastra multitudes el serbio, pero cuando al frente está Roger Federer, como el domingo en la final de Wimbledon, o Rafael Nadal, la afición se vuelca en su contra.

El argentino Juan Szafran, comentarista de tenis de ESPN, dice: "Personalmente creo que la gente no apoya a Novak Djokovic porque vino a romper uno de los grandes clásicos del tenis. La historia y rivalidad entre Federer y Nadal comenzó en 2004 en Miami y se sostiene en el tiempo. Entonces, en la gente hay una pintura de romanticismo, y Novak Djokovic, que durante cuatro años los persiguió, aprendió de ellos, vino a romper ese idilio que tienen Federer y Nadal con el público".

Eso pasó hace dos días en el pasto de Wimbledon, donde buena parte del público estuvo con el suizo. "Si tienes a la mayoría de la multitud de tu lado, eso te ayuda, te da motivación, te da fuerza, te da energía. Cuando no lo tienes, entonces tienes que encontrarlo dentro, supongo", expresó el quíntuple campeón de Wimbledon, quien agregó: "Cuando la multitud decía Roger, yo oía Novak. Suena tonto, pero es así. Trato de convencerme a mí mismo de que es así".

El extenista transandino Javier Frana, también comentarista de ESPN, agrega: "No sé si la gente esté en favor de Federer y de Nadal. De cierta manera la gente elige por una cuestión de carisma. Lo que interpreta, lo que recibe, lo que lee... Es difícil de leer eso. Pero creo que Djokovic tiene también mucha gente que es su preferido".

Novak Djokovic reúne buena parte de las características de un gran deportista. Es un caballero, en cancha y afuera (apenas celebró el título ante Federer), embajador Unicef, recordado por acoger en su paraguas a un pasapelotas que estaba pasando frío en Roland Garros, un deportista que debió huir de su país en medio de la guerra. Pero en momentos clave la gente no está con él. En el US Open 2014 el público aplaudía sus errores y en el Masters 1000 de Madrid 2013 incluso lo abucheaban, lo que hizo que el serbio se ausentara del torneo para volver recién en 2016.

Magnetismo FedEx

Horacio de la Peña, exentrenador de Fernando González, asegura que el magnetismo de Federer es demasiado alto. "La gente se va moviendo según feelings. Lo que ha hecho en los últimos tres años Roger está fuera de lo normal y eso atrae a la gente. Es lo que él mismo dice, 'me gustaría ser un ejemplo, que no se sientan viejos'. Normalmente la gente admira dos cosas, el talento y el esfuerzo y esos dos polos son Federer y Nadal, y Djokovic está en el medio", comenta el Pulga.

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