Novak Djokovic brilla en un partidazo ante Carlos Alcaraz y avanza a las semifinales del Abierto de Australia

Sin duda que tras el retiro de Roger Federer y Rafael Nadal, la rivalidad entre Novak Djokovic (7º) y Carlos Alcaraz (3º) es la que se ha tomado el circuito. En los cuartos de final del Abierto de Australia protagonizaron el octavo capítulo de este clásico moderno, siendo Nole nuevamente el ganador. El serbio se impuso por 4-6, 6-4, 6-3 y 6-4, en tres horas y 37 minutos, y consiguió su quinta victoria sobre el español, quien sigue sin poder vencer al exnúmero uno del mundo en cancha dura.

El comienzo fue auspicioso para de Belgrado, quien rápidamente se puso 2-0 en el set inicial. Sin embargo, el murciano se sacudió rápido de ese quiebre inicial y ya en el cuarto juego lo había recuperado. Movió de lado a lado a su rival y mostró mucha solidez en sus tiros, lo que derivó en un nuevo rompimiento en el noveno game. Tras esa ruptura, Djokovic se fue al vestuario para tratarse una molestia en el muslo izquierdo y regresó con un vendaje en la zona, pero no logró revertir su suerte en esa primera manga.

Pero cuando se piensa que el balcánico está acabado, generalmente ocurre todo lo contrario. Y así fue. Nuevamente en el segundo juego logró un break que lo puso en ventaja. Esta vez no falló. Si bien Alcaraz rompió en el quinto, Nole no se resignó y cada vez jugó mejor. Las bolas profundas y la perfección de sus golpes hicieron mella en su rival. Metió presión sobre el saque de Carlitos y logró el ansiado break para igualar el partido a un set por lado.

En el tercer capítulo, Djokovic estuvo muy fino con la devolución. Alcaraz sufrió mucho en sus turnos de servicio, lo que finalmente se tradujo en un quiebre en el sexto juego. A pesar de que el pupilo de Juan Carlos Ferrero lo recuperó, no pudo sostener su saque en el siguiente turno y ahí sí que el de Belgrado no lo perdonó. A esas alturas, nadie se explicaba de dónde sacaba fuerzas el serbio, de 37 años, ante un rival de 21. Sin embargo, se puso al frente haciendo gala de tiros profundos y una envidiable movilidad.

El último set encontró a Nole con la motivación a tope y a Carlitos desconcertado. Y eso lo supo percibir el pupilo de Andy Murray, quien logró el quiebre de inmediato. Y aunque el hispano logró elevar su nivel y protagonizó intercambios espectaculares con su rival, este último se mantuvo firme de cabeza y logró aguantar la embestida. Salió de un 15-40 en el octavo game, lo que fue una tremenda bocanada de aire fresco para consolidar una victoria extraordinaria.

En semifinales, Alexander Zverev (2º) espera a Djokovic. El alemán venció por 7-6 (1), 7-6 (0), 2-6 y 6-1 al estadounidense Tommy Paul (11º). El historial favorece por 8-4 al serbio, quien deberá recuperarse de sus molestias físicas para enfrentar otro extenuante desafío.