Un verdadero escándalo se desató en la Copa Davis, cuando Novak Djokovic se negó a asistir un control antidopaje en la previa del duelo entre Serbia y Gran Bretaña.
Todo comenzó cuando la organización le pidió al número uno del mundo que se realizara el test antes de enfrentar a Cameron Norrie (18°), con bastante anticipación, y la respuesta fue un rotundo “no”.
“Es la primera vez que me pasa. No tiene sentido hacerlo antes cuando voy a estar después del partido”, argumentó el deportista. Y enseguida explicó que “todavía no he completado el control porque me falta una muestra sangre. Me han avisado una hora y media antes de empezar y yo tengo mis rutinas previas a los partidos y no tengo que pensar en ese momento en dar sangre u orina”.
Pero sus descargos no quedaron ahí, ya que Nole acusó persecución del personal encargado de tomar las muestras. “Me he discutido con él (doctor) porque es algo que no me había pasado en 20 años de carrera. Se ha sentado en una de las esquinas y me ha seguido durante horas. Es indignante. Yo siempre he defendido los controles, pero no antes de los partidos. No hay nada que esconder, pero tiene que haber ciertos límites”, enfatizó.
El problema es que el serbio y todos los tenistas presentes en el torneo de países estaban al tanto que esto podía suceder, porque la Federación Internacional de Tenis reunió a todos los capitanes de las delegaciones presentes y les informó que se realizarían test sorpresa antes o después de los partidos, tal como se hace en las competiciones de la ITF o en los torneos de la ATP.
No fue el único problema
Pero los contratiempos no pararon ahí. En pleno partido con Norrie, que ganó Djokovic (6-4, 6-4), hubo una airada reacción del aludido. Pasa que en pleno encuentro, un fanático inglés contó en voz alta cada bote que dio la pelota para burlarse del monarca mundial y éste le respondió con una mano en su oreja, cuando conquistó la primera manga.
Luego, al final del compromiso, otra vez hubo gritos de la fanaticada rival y Djokovic les dijo “sí, sí, continúen. Tranquilos, que yo podré dormir esta noche. ¡Muestren un poco de respeto!”. Y luego en la rueda de prensa explicó que “en competiciones como la Davis los jugadores tenemos que estar preparados para eso, pero cuando lo escuchas en el momento, reaccionas. Solo quise mostrarles que no estaba de acuerdo con ese comportamiento”.
Pero eso no es todo, porque durante la jornada posterior, se supo que la Federación de Tenis de Kosovo denunciará a los serbios por cantar canciones nacionalista antes del ya vilipendiado encuentro. Resulta que antes de salir a jugar, se escuchaba una canción que en su letra dice que “la bandera serbia debe ondear desde Prizren (ciudad del sur de Kosovo) hasta Rumija (un monte en Montenegro)” y esto no le gustó a las autoridades del país que se declaró independiente.
De hecho, Serbia y Kosovo negocian la normalización de sus relaciones en un diálogo amparado por la Unión Europea y las relaciones se encuentran algo tensas.