Novak Djokovic es deportado y deberá dejar Australia a la fuerza. Las autoridades del país océanico notificaron al tenista serbio, quien ocupa el primer puesto del ránking de la ATP, de que deberá abandonar el país a la brevedad, pues su visa ha sido cancelada. El jugador, quien ha declarado abiertamente que está en contra de la vacunación para el Covid-19, había conseguido una autorización especial para participar en el primer Grand Slam de la temporada. Sin embargo, ese permiso no les bastó a las autoridades sanitarias del país más grande de Oceanía.
Según consignaron más temprano las autoridades australianas, Djokovic falló al entregar los argumentos que validaban la autorización excepcional para ingresar al país. Ante la inconsistencia, y la decisión del país de deportarlo, los abogados del jugador intentaban buscar una solución, que no se produjo.
Escoltado desde la entrada
El ingreso de Djokovic al país estuvo muy lejos del glamour que rodea a cada uno de sus movimientos en el principal circuito tenístico. De hecho, apenas pisó suelo australiano, el europeo fue abordado por agentes policiales, que lo condujeron a un sector del aeropuerto en el que permaneció por varias horas antes de que se resolviera, finalmente, que debía abandonar el país. En ese lapso, incluso fue impedido de utilizar su teléfono móvil. La Fuerza Fronteriza lo sometió a interrogatorio.
En ese momento, Djokovic fue aislado incluso del equipo que lo acompañaba, que también fue relegado a otro lugar de la terminal aérea.
La situación que afecta a Nole genera tensión. De hecho, su familia reaccionó con indignación frente al trato que estaba recibiendo. “Mi hijo lleva 5 horas captivo. Es una lucha por la libertad en el mundo, no es sólo una lucha de Novak. Si no lo dejan ir en media hora saldremos a las calles. Es una lucha de todos”, declaró su madre, Srdjan, a la televisión serbia.
Incluso el presidente serbio, Aleksandar Vucic, se inquietó y tomó contacto con el deportista, al quien le ofreció apoyo. “Acabo de terminar una conversación telefónica con Novak Djokovic. Le dije a nuestro Novak que toda Serbia está con él y que nuestras autoridades están tomando todas las medidas para detener el acoso al mejor tenista del mundo en el menor tiempo posible. De acuerdo con todas las normas del derecho público internacional, Serbia luchará por Novak Djokovic, por la justicia y la verdad”, expresó.
La controversia
Temprano, la ministra del Deporte de Victoria, Jaala Pulford, había fijado la postura gubernamental. “El gobierno federal ha preguntado si apoyaremos la solicitud de visa de Novak Djokovic para ingresar a Australia. No proporcionaremos a Novak Djokovic asistencia para la solicitud de visa individual para participar en el Grand Slam del Abierto de Australia de 2022″, expresó. Y profundizó: “Siempre hemos sido claros en dos puntos: las aprobaciones de visas son un asunto del gobierno federal y las exenciones médicas son un asunto de los médicos”.
En ese contexto, la suerte del balcánico ya estaba lo suficientemente complicada, pero por si quedaba alguna duda, la ministra de Asuntos Internos, Karen Andrews, también mostró una posición rígida. “Si bien el gobierno de Victoria y Tennis Australia pueden permitir que un jugador no vacunado compita en el Abierto de Australia, es el gobierno de la Commonwealth el que hará cumplir nuestros requisitos en la frontera australiana”, estableció.
A su turno, el primer ministro Scott Morrison fue lapidario. “(Djokovic) debe proporcionar pruebas aceptables de que no puede ser vacunado por razones médicas”, declaró, junto con explicar que la decisión había sido tomado por las autoridades de Victoria. No obstante, advirtió: “Si esa evidencia es insuficiente, entonces no será tratado de manera diferente a nadie más y estará en el próximo avión a casa. No debería haber reglas especiales para Novak Djokovic”. Nole inicia el regreso obligado.