Debutar en un Dakar es siempre una experiencia complicada y en ese lío se metieron, por gusto, como todos, dos chilenos para la próxima edición. Son Michelangelo Bertolla y Alejandro Silva, que aprovecharon la oferta que daba el reciente Atacama Rally: invitaciones para los dos mejores pilotos que nunca hubieran estado en la clásica del todoterreno. Lo ganaron y el desafío no los asusta.
El serenense
Bertolla es de familia tuerca. Su padre, hermanos, primos lo son. Y él mismo ha probado en cuanta categoría recuerda, en pista y cross country; en dos o cuatro ruedas. Pero asegura: "Partí en las motos a los cinco años, he pasado por karting, autos... pero lo que más me gusta es el cross country".
Hace unos siete años su nombre aparecía en las nacientes series de UTV, pero al tiempo el serenense desapareció. Hace dos temporadas regresó y con buenos resultados. "Sí, me ha ido bien, he tenido logros este año con un buggy nuevo, mi segundo Can Am, que con experiencia nos quedó mejor", señala Bertolla.
En Perú las cosas serán distintas, pero el piloto cree que no necesariamente más complicadas. "Este será mi primer año, así que creo que mi primera meta es llegar. Después de eso, puedo decir que tengo harta fe de andar bien en las dunas. Tenemos bastante experiencia en eso, yo soy jeepero desde chico y de la IV Región y mi navegante, de la III", señala el volante, de 31 años. Su copiloto, Paolo Boggio, tiene 27.
El no pago de la inscripción en un Dakar es un ahorro millonario, pero eso no quiere decir que los gastos sean pocos. Más aún considerando las exigencias de los organizadores: "Cerramos la compra a Europa de un nuevo chasis, ya homologado desde allá, y tendremos que empezar a equipar el nuevo vehículo".
El piqueño
Alejandro Silva partió en las motos a los 13 años, hace 20. El paisaje de Pica, su ciudad actual y también natal, casi lo obligó a probar suerte desde un inicio en el fuera de pista. No hay muchas más pruebas tuercas en el norte, además de algunas competencias de motocross, pero el desierto lo llamó desde el inicio.
"Participé en rallys pequeños, alrededor de la comuna (de Pica), siempre como amateur. Estuve en casi todos los Desafios del Desierto desde 2011, en Bajas, en fechas del Nacional. Y en mi primer Atacama Rally consigo este logro", relata Silva sobre su desarrollo.
El wild card, comenta, lo pilló de sorpresa. "Yo me inscribí sólo para terminar el Atacama Rally, no sabía que había esa invitación en juego. Iba para conocer un rally grande, tratar de terminar y compararme con los del pilotos del mundo. Cuando supimos del wild card don José Cornejo, jefe de equipo, me hizo una estrategia, me dijo que fuera con la mente fría, me dio la confianza para ganarlo", explica Silva.
El Dakar será, sin duda, su prueba más complicada. Sólo ha corrido en Chile, conoce los caminos, pero eso no significa que siempre sea fácil. "Ya los organizadores del Atacama Rally supieron hacerme difícil la carrera. Me cuestan las diferencias de los pisos. Primero dunas y después caminos, de los que no hay muchos más al norte. Así que al Dakar no voy confiado en el sentido de creer conocer todas las rutas, aunque Perú esté cerca", cierra.
Son las expectativas de los, al menos, dos chilenos que debutarán en un Dakar en la edición 2019.