Parecía que estaba todo sentenciado. Lucas Passerini anotó un golazo en el minuto 84 y La Calera -que jugaba con 10- se estaba quedando con un triunfo épico.

Pero en el fútbol nada esta dicho hasta que el juez da el pitazo final y así lo entendió Patricio Rubio, quién -a los 93- conectó de cabeza un córner y la pelota se clavó en el ángulo del arco cementero. Era el dos a dos y la obtención de un punto de oro para la escuadra que hoy escolta a Colo Colo en la parte alta de la Tabla de Posiciones.

“Nos iban ganando con 10 jugadores. Ellos trabajaron para contenernos y contragolpearnos, y su segundo gol fue un golazo, Pero después viene el empate y creo que no es malo”, aseguró el técnico de los sureños: Jaime García.

Luego, el estratega de los rojos -que jugaron de blanco- señaló que “no hay que quitarle méritos al rival, no podíamos entrar por ningún lado y con un balón detenido rescatamos un punto que es muy valioso para nosotros”. Y tiene toda la razón, pues parecía que le iban a perder el paso al Cacique al quedar a cuatro puntos del líder, pero ahora siguen a sólo un partido de alcanzar a los blancos.

Y eso, por cómo se dio el partido lo deben agradecer, ya que partieron perdiendo con una anotación de Matías Cavalleri en el inicio del compromiso (2′) y si bien emparejaron el tablero con el autogol de Pedro Henrique (29′), la media vuelta de Passerini les colocaba todo cuesta arriba.

Más, Ñublense cuenta con el olfato goleador de Rubio y La Calera con la maldición de los últimos minutos, pues ya le había pasado con Universidad de Chile la fecha pasada y ahora no pudieron quedarse con los tres positivos, cuando tenían todo para celebrar.

Párrafo aparte, merece el grosero error del juez Nicolás Gamboa. El cual terminó el encuentro, cuando los locales tenían una clara posibilidad de desnivelar el marcador, tras una chambonada de la defensa visitante.

Siga leyendo El Deportivo: