Cuando la dirección deportiva de Inter de Milán informó a Alexis Sánchez que no estaba en los planes del técnico Simone Inzaghi, el atacante respiró profundo y se tomó tiempo.
Después de varias semanas de negociación, el tocopillano se decidió por el Olympique de Marsella, el club galo que lo seguía desde la primera mitad de la temporada anterior.
No fue una decisión al azar. El jugador buscaba una nueva parada en el fútbol europeo e, incluso, ya le había dado un rotundo no al sueño de River Plate, tras el llamado del manager del club argentino, el legendario Enzo Francescoli.
El tiempo le dio la razón al goleador histórico de la selección chilena. Después de sus primeros 11 encuentros con el cuadro de la Costa Azul, el Niño Maravilla suma seis tantos, su mejor inicio de temporada desde hace siete años, cuando estaba en su segunda estación con Arsenal de Inglaterra, tras celebrar siete veces.
Un nuevo ambiente
Pese al interés de varios equipos europeos, la elección del Olympique de Marsella responde más que nada a la prominencia del elenco portuario, subcampeón de la liga gala y el cuadro más popular de un país completamente futbolizado.
Desde que llegó a la Costa Azul, Sánchez sintió el cariño de una hinchada multitudinaria, que llena el estadio Vélodrome fecha a fecha. Bien es sabido que el Niño Maravilla es un jugador que rinde mejor con los afectos y en el sur del país cayó como en su casa.
“Marsella es un club que siempre tuvo a Sánchez en su órbita, pero que no había encontrado la manera de ficharlo. Tras la insistencia del presidente Pablo Longoria, todo se tornó más fácil. Incluso, cuando el jugador llegó al aeropuerto quedó más que sorprendido por el cariño de los aficionados. Entonces, todo funcionó para el delantero”, dice un cercano al ex jugador de Barcelona.
Un equipo a su medida
Pese a la recepción de los hinchas, uno de los puntos que más aportó a este verdadero renacer del ex jugador de Udinese fue el ambiente que encontró en el camarín del cuadro marsellés.
El ariete de 33 años llegó como verdadera estrella al club de la Provenza. Múltiples fueron las manifestaciones de admiración y cariño que recibió el futbolista, incluso antes de que iniciara los entrenamientos en su nuevo club.
Encima, el técnico Igor Tudor no ha dudado en elogiar púbicamente la contratación del atleta chileno, a quien ha explotado como la gran figura de su proyecto deportivo.
Incluso, cuando el tocopillano llegó a la disciplina marsellesa, el propio técnico balcánico dejó entrever que en todos los sistemas de juego que tendría su escuadra, en la mayoría de ellos sobresale la presencia del chileno Sánchez.
“El equipo está hecho para Alexis Sánchez y es una de las observaciones que más valora el jugador en estos primeros meses. Es la estrella del equipo y siente ese respeto”, dicen en el entorno del jugador.
Además, el hecho de que el entrenador hable su mismo idioma, el italiano, hace mucho más fácil la comunicación dentro y fuera de la cancha. Una cercanía que pocas veces tuvo con Inzaghi, su anterior técnico.
Mejores parámetros
Pero no solo el plano afectivo ha logrado transformar al artillero nacional. Próximo a cumplir los 34 años (el 20 de diciembre), el jugador ha rendido físicamente como en sus primeros años en el fútbol europeo.
Mucho de eso tiene que ver la propia preparación especial que ha logrado alcanzar el mismo jugador, como uno de los deportistas que tiene mejores rendimientos tiene en las prácticas del Marsella.
Asimismo, tal como reconocen desde Francia, el futbolista se ha preocupado, incluso, de hasta los mínimos detalles para rendir ante esta exigencia. Cambios estrictos en la dieta, con mayor consumo de proteínas y fibra, han logrado el resultado esperado.
Pleno de confianza
Al margen de los antecedentes, la confianza del chileno se nota en el campo de juego. Es cierto que se siente valorado como hace rato no sucedía. El hecho de que Tudor lo haya cambiado de posición influye mucho en los números que ha perseguido en este inicio de temporada.
Precisamente, uno de los reclamos más recurrentes que ha presentado el propio Niño Maravilla pasan por el hecho de no tener un pasador que explote su condición de goleador en la Roja. Así lo dijo públicamente en la última gira de la selección chilena, algo que no ocurre en la Costa Azul.
“Sánchez se siente valorado y respetado. Aunque a veces tiende a echarse un poco más atrás en la cancha, no es algo que ocurra tantas veces en su nuevo equipo. Esa es, precisamente, uno de los temas que disparó su confianza. Recuperó la alegría de jugar, está haciendo goles y se siente apoyado por sus compañeros según, lo que trasunta en una gran motivación para todo lo que viene”, dicen en el entorno del jugador.
Encima, el hecho de alcanzar la quincena de goles en la Champions League, lo ponen junto con Vidal como los máximos artilleros chilenos en el entorno. Un hecho que alimenta esa competencia eterna con el volante, quien seguramente ya no regresará el fútbol europeo.
Es más, el mismo delantero aseguró, tras la nueva victoria sobre Sporting de Portugal, que quería anotar más goles en ese compromiso. Lo que habla a las claras de la necesidad de romper esa marca.