Aunque se encuentra en Colombia, grabando el programa MasterChef en el que participa como concursante, Natalia Duco sigue buscando la forma de rebajar su condena por dopaje. Ya ha cumplido un año y nueve meses de los tres que tiene de castigo, pero la tetracampeona sudamericana del lanzamiento de la bala sigue intentando defenderse.

A través de sus abogados, la atleta presentó una solicitud de rescisión del fallo del Tribunal de Expertos en Dopaje (TED), porque, según la interpretación de los profesionales, se habían cometido una serie de irregularidades en el fondo y forma en el proceso de control de dopaje por el que pasó.

Sus cuestionamientos fueron varios, aunque todos basados en la arbitrariedad que, según la apreciación de los abogados de la deportista, existió en el proceso. "No se ha respetado el debido proceso y, lo que es peor, hay un error gravísimo en el fallo del TED, que establece que Natalia consumió la sustancia para conseguir beneficios deportivos, lo que es un error de interpretación del informe toxicológico del químico Pascal Kintz", explica Rodrigo Gil, abogado de la deportista.

Fue este informe el que estableció el grado de responsabilidad de Duco en su positivo por GHRP-6. En él, se plantea que la deportista ingirió derechamente la sustancia sin saber lo que era, pero confiando en sus fines terapéuticos o, como indica la traducción al español, para la recuperación mediante un mecanismo antiinflamatorio.

Sin notificación

Aunque fuentes del Ministerio aseguran que el fallo fue enviado el miércoles a la defensa de la atleta, su abogado asegura no haber sido notificado de nada. "Estamos decepcionados del modo en que la Justicia ha tratado a Natalia. De principio a fin no hemos enterado por la prensa de los avances en el caso, lo que claramente ha sido una vulneración a sus derechos", expone Gil, socio del estudio jurídico Bofill Mir & Álvarez Jana.